Niki Lauda, tricampeón mundial de Fórmula Uno y protagonista de uno de los regresos más inspiradores en la historia del deporte, falleció este lunes, a los 70 años de edad.
Su familia confirmó esta noticia en las primeras horas de este martes en Europa, ocho meses después de someterse a un trasplante de pulmón y poco más de cuatro meses después de contraer una gripe que lo obligó a ingresar al área de Cuidados Intensivos del Centro Hospitalario de Viena. La prensa local indica que se encontraba recibiendo una diálisis en sus riñones.
«Con profunda tristeza, anunciamos que nuestro amado Niki falleció pacíficamente con su familia el lunes. Sus logros únicos como atleta y empresario son y serán inolvidables, su incansable entusiasmo por la acción, su sencillez y su valor permanecen», indica el anuncio.
«Un modelo a seguir y un punto de referencia para todos nosotros, fue un esposo, padre y abuelo cariñosos y cariñosos, lejos del público, y lo extrañaremos».
Lauda debutó en la F1 en 1971, luego de un viaje que incluyó pasajes por categorías europeas como la Fórmula 2. Con March permaneció durante dos años y 1973 lo pasó con BRM hasta que Enzo Ferrari le dio la oportunidad de manejar para la escudería que lleva su apellido.
Ahí vivió sus mejores momentos, como sus títulos en 1975 y 1977, y los peores, como su rivalidad deportiva con James Hunt. Quizá el accidente que sufrió en Nurburgring, el 1 de agosto de 1976, que lo dejó con quemaduras severas en su rostro, la pérdida de una parte de su oído izquirdo e intoxicación por inhalación de gases. Solo se perdió dos carreras y, seis semanas más tarde, ya estaba de regreso en el GP italiano, aunque perdió la corona por un punto ante Hunt.
Tras dejar Ferrari en 1977, pasó dos años con Brabham, con resultados muy inconsistentes, lo que lo llevó a retirarse al final de 1979, pero tres años después regresó al Gran Circo con McLaren, ganando en su tercer Gran Premio (Long Beach) y proclamándose tricampeón en 1984. Su segundo, y definitivo, retiro llegó en 1985.
Participante en 171 Grandes Premios, sumó 25 victorias, 54 podios, 24 PPs y 1658 vueltas lideradas. Como directivo, se encargó del programa de Jaguar en 2001 y 2002, para después ser Presidente No Ejecutivo de Mercedes, desde septiembre de 2012, siendo clave en el éxito de la marca en los últimos cinco años.
Lauda no viajó a las últimas cuatro competencias del Mundial de F1 del año pasado; Mercedes tenía la esperanza de que volviera en algún punto del campeonato en curso, hasta antes de sus complicaciones posteriores a su trasplante.
Le sobreviven sus hijos Lukas, Mathias, este último piloto actual del WEC, Christoph y los gemelos Max y Mia. Descanse en paz.