El presidente de la FIA, Jean Todt, se reunió con los fabricantes actuales de F1, además de representantes fuera del deporte, en París, para discutir si la F1 puede tener una unidad de potencia diferente en el futuro.
Durante esa reunión se llegó a un amplio acuerdo sobre un nuevo camino para la F1, lo que probablemente dará lugar al abandono de unidades turbo híbridas de 1,6 litros, aunque parte de la tecnología podría permanecer.
La FIA afirmó que hay un acuerdo para que los motores sigan siendo competitivos y espectaculares en la pista, pero al mismo tiempo se volvieran más simples y menos costosos. Además, se estableció que los motores deben mantener altos niveles de potencia, con un mejor sonido y un «deseo de permitir que los pilotos manejen duro».
El presidente de la FIA, Jean Todt, dijo: «Me sentí muy satisfecho con el proceso y el hecho de que tantas personas pudieran acordar una dirección para el campeonato mundial de F1 en un área técnica tan importante. Hemos comenzado con el pie derecho y estoy deseando trabajar para llegar a la mejor decisión en el futuro»