Regiomontano, se subió a los karts un día y venció a todos los regulares. Lo inscribieron en una carrera y repitió la dosis. Lo metieron a un campeonato y ganó. Lo mandaron a probar un fórmula 
y sin conocer, la pista ni saber manejar auto de velocidades –además de no
 tener licencia por edad, en su casa sólo había automáticos– rompió el récord de la categoría. Ciertamente parecía nacido para correr autos y aún no cumplía 15 años.

En 2007 se decidió que correría en 
la Fórmula BMW de las Américas,
 directo de los karts y respondió con un subcampeonato, el título de Novato del Año, cuatro triunfos y ocho podios en 14 carreras… además de un boleto a la FBMW europea para la campaña siguiente.

En Europa, también sin conocer pistas, no desmereció y se alzó con el título, pero tuvo su momento más bajo cuando manejó para defender su ventaja. En cuanto regresó a su estilo cerebral y veloz, regresaron los resultados buenos y la confirmación de su corona con podios en tres de cada cuatro carreras. Luego quedaría en el podio en las cuatro carreras de la final mundial
de FBMW –única vez que manejó en el Autódromo Hermanos Rodríguez– pero 
por una cuestión de reglas no obtuvo el título, pues el formato era que el ganador de la última era el campeón. Pero BMW lo premió con una prueba en F1 en su Sauber a fines de 2009, y el equipo suizo de F1, Sauber, lo firmó como piloto en desarrollo.

Tras una campaña de F3 en la escuadra ART Grand Prix, con Jules Bianchi y Valtteri Bottas como coequiperos, en 2010 brincó a la naciente GP3 y se convirtió en el primer campeón de la serie, lo cual le dio el pase a la GP2 en la cual consiguió ganar como novato y en su segundo año peleó el título quedando tercero en la clasificación final, con tres triunfos y ocho podios totales en una docena de fechas dobles.

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Su paso a Sauber, donde había sido promovido a probador del equipo y participó en las pruebas de pilotos jóvenes en esa capacidad, fue un hecho y debutó en la máxima categoría en 2013 con los suizos. El auto no fue tan competitivo como en 2012, pero obtuvo la vuelta rápida en España y su montura se compuso a media campaña con algunas actualizaciones aerodinámicas y le permitió pasar a la Q3 en Singapur, marcar puntos en Japón y ser el novato del año. Fue retenido para 2014, pero el Sauber C33 resultó un fiasco y él ha peleado entre los coleros, aunque va delante de su coequipero –Sutil, con cuatro veces más carreras de F1– en calificación. Su talento no se ha 
perdido, ni pasa inadvertido para los equipos, por lo que hay ofertas 
que evalúa para 2015, con la
 mira puesta en conseguir
 su primer podio en F1
 y, si es posible, que la
 meta se cumpla en el
 Autódromo Hermanos 
Rodríguez.

esteban