El trofeo del Gran Premio de Países Bajos de F1 rendirá tributo al que el Príncipe Bernardo entregó en 1939.
Ese año se realizó la primera carrera en la localidad de Zandvoort, siendo la única vez que se usaron las calles para un evento de este tipo; debido a la Segunda Guerra Mundial, no hubo una edición adicional sino hasta ocho años después, antes de la formación del Campeonato, ya en un circuito permanente.
Por segundo año desde el regreso del evento al calendario, Studio Piet Boon es el encargado en elaborar el trofeo, en colaboración con Royal Delft, maestros del Azul de Delft desde 1653.
Elaborado en cerámica y con forma de copa, el Escudo de Armas Real de Países Bajos ocupa un lugar destacado en el diseño del trofeo, con lo que se simboliza el orgullo nacional.
La develación vuelve a crear morbo entre el público, luego de lo que pasó en las dos últimas carreras antes del receso de verano. En Hungría, Lando Norris rompió accidentalmente el trofeo de Max Verstappen, hecho de porcelana y valorado en hasta 40 mil euros.
En Bélgica, mientras Red Bull, Verstappen y Sergio Pérez celebraron su triunfo y 1-2, una de sus señalizaciones cayó encima en uno de sus trofeos.