La sede del GP brasileño ofrece la mejor comparación del ritmo de los autos de F1 en las últimas dos décadas
Interlagos ha permanecido casi intacto desde que se reintegró al calendario de F1 en 1990 y, a pesar de los esfuerzos constantes para volver más lentos los autos, la tendencia es hacia los tiempos de vuelta más rápidos.
En 1990, la Posición de Privilegio de Ayrton Senna fue de 1m17.277s comparado con la vuelta de Sebastian Vettel de 2011 en 1m11.918s. Eso representa una reducción del siete por ciento, una mejora notable dado que la capacidad del motor fue reducida de 3.5 a 2.4 litros, que la aerodinámica ha sido muy restringida, que las ayudas a los pilotos se han prohibido, que los autos se han hecho más angostos y que se han introducido motores de vida extensa con límite de revoluciones.
Rubens Barrichello, quien arrancó en el Gran Premio brasileño por 19a ocasión en 2011, debutó en Interlagos en 1993. “Cuando manejé el Jordan 1993, sentí como si trajera dos elefantes sobre mi espalda, por la presión del público”, recuerda Barrichello. “El volante se sentía más pesado por esa razón, pero también porque entonces no teníamos dirección asistida. El nivel de agarre de los autos se ha incrementado mucho a través de los años. Aún tengo el récord de calificación de 2004 con el Ferrari que era un mega auto”.
“La F1 siempre avanza a un gran ritmo. Yo tuve un Brawn que aquí fue fenomenal hace unos pocos años, pero el Williams de hoy es más rápido y no anda a ritmo puntero. Pero, pese a que cada auto tiene sus propias tendencias de sobre o subvirar, si vas más rápido, siempre se siente igual”.