Cuando Jesse Crosse conoció al piloto de fábrica de Porsche, entregó a la ex estrella australiana de F1 las llaves de su 911 Turbo antiguo. Mientras Mark Webber se inclina sobre el alerón de mi Porsche 911 Turbo posando para una foto, algo llama su atención. “Podrías hacer que quiten ese panel y pintar ese pedazo negro de nuevo, amigo”, dice, señalando la carrocería desgastada por debajo de la parrilla del alerón. El ex piloto estrella de F1, que entra a su segunda campaña como un piloto del Porsche LMP1, al volante de la segunda generación del prototipo 919, se interesa en el detalle de los autos. Su montura diaria es un 911 Turbo S y también es dueño de un 356 que actualmente reside en el Museo Porsche, en Stuttgart. Ha venido a Silverstone para una sesión de revista y Porsche preguntó si podría traer mi 930 Turbo como utilería. El 919 de Webber tiene una tren motriz ultra avanzado que demanda técnicas nuevas de manejo, pero él no es ajeno a la maquinaria tradicional: comenzó en un Fórmula Ford 1600, y después fue subiendo a través de las clases, así que los autos de carreras con los que se curtió eran unos mecánicamente simplones.
Es difícil saber por dónde comenzar a presentar tu propio auto viejo junto con sus debilidades a un tipo con la habilidad y experiencia de Webber, pero mi 911 no ha sido restaurado, se ha dado varias vueltas a la cuadra y su caja de 178,000 km carece de sincronización en primera. “No pretendo enseñarte algo”, comienzo, mientras le entrego las llaves de mi Porsche atesorado. “No amigo, continúa”, dijo el australiano con una sonrisa. “Bueno, imagina la caja Hewland de un F.Ford llena de cuscús y tendrás una idea general”.
Nos pusimos en camino en busca de un lugar y conversamos sobre autos. Webber da la impresión encantadora de tener los pies en la tierra, de ser un tipo amigable y de ser un aficionado al volante de hueso colorado. Es una buena compañía y hablamos sobre autos y sobre cómo al principio toma un poco de tiempo acostumbrase a los 911 más viejos. Él manejó su primer 911, un “964”, en Sídney a los 18 años: “El embrague se sentía raro. Era completamente ajeno a mí. Para entonces estaba corriendo el F.Ford y éste era el auto de calle más rápido que había manejado”. Webber admite haberse sentido inquieto cuando aparecieron por primera vez los trenes motrices electrificados: “Pensaba, ¡qué lástima! Pero después manejas el prototipo y ¡Dios mío! ¡La potencia!
Con un motor convencional trabajas sobre el perfil del torque, y si despliegas más potencia a 240 kph no es tan dramático. Pero con el híbrido, sin importar el rango de velocidad, la potencia es exponencialmente más alta. Cuando manejé por primera vez el 919, en Portimao, tuve que levantar en la recta. Sentía como que algo estaba mal”.
Regresamos al Centro de Experiencia Porsche y Webber se divirtió alrededor del circuito de manejo. Normalmente estaría nervioso por darle las llaves, pero creo que probablemente mi auto está en buenas manos. Está lejos de ser el 919 pero, en sus tiempos, el 930 Turbo fue uno de los autos de calle más poderosos del mundo y uno de los primeros con motor turbo. Debido a la patada súbita y tardía, su motor trasero y la ausencia completa de sistemas de ayuda al conductor, en aquellos tiempos el 930 tenía fama de pillar a los distraídos, ganándose el apodo de “enviudador”.
Webber se detiene. “¿Qué te pareció?”, le pregunto. “La dirección está bien conectada, pero sin la asistencia de potencia se siente pesado en términos actuales”, dice, mientras cambia su cerebro al modo de ‘descarga de piloto de carreras’. “Necesitas entender bien los cambios y la forma en la que interactúas con la caja cuando vas un poco más rápido. La posición de manejo no ha cambiado mucho desde 1960. Esa posición profunda en el auto, la línea de visión y la posición de la muñeca han permanecido bastante constantes. Pero para mí lo mejor es la potencia.
Todo lo demás se siente viejo, pero la potencia es buena y probablemente avanzada para su época. Eso debió haber sido impresionante en su tiempo. Arranca tarde por encima de 3000 rpm, pero revoluciona libremente después para cubrir las relaciones largas. Debió haber sido impresionante para su época. Tienes que respetar eso y yo lo hago”.