Por: Fernanda García Villaseñor.
“El Calendario 2000 fue un ejercicio fotográfico de desnudo, un concepto sencillo. Para el 2016 hemos hecho algo completamente diferente, pero a pesar de todo sencillo”. Annie Leibovitz.
Cuando hablamos de deseo, no nos referimos al sentimiento provocado por las imágenes, si no por su escasa disponibilidad, las insaciables ganas de muchos por obtenerlo y la suerte de pocos. El calendario que cada año publica la marca Pirelli, no se vende, y sólo se da como regalo de empresa a clientes importantes de la marca y gente VIP. Un deseo originado por ser muy probablemente el único calendario con prestigio internacional y en los cuales aparecen mujeres sensuales (bueno…hasta ahora) fotografiadas por los lentes más famosos del momento en escenarios sumamente exóticos y controversiales.
Desde sus inicios en 1964, el calendario fue creado para un target muy exclusivo, ya que fue nada más y nada menos que Robert Freeman (el fotógrafo de Los Beatles) quien dio el primer flashazo a lo que después se convertiría en leyenda. Así que de la fama no se discute. ¿Pero a que más nos referimos con el deseo y la controversia?
Nada más por mencionar que algunas musas que han aparecido a través de los años incluyen a: Kate Moss, Valeria Mazza, Cindy Crawford, Sophia Loren (a sus 75 años) , Sienna Miller, Penélope Cruz, Bridget Moynahan, Gisele Bündchen y muchas otras caras conocidas y no tan conocidas pero de igual belleza y encanto.
Pero la controversia también ha sido parte del ADN del calendario fetiche. Ya que, cuando trabajas con fotógrafos como Karl Lagerfeld, Hans Feurer, Terry Richardson, Mario Testino o Patrick Demarchelier el resultado puede impactar a cualquiera; sus mentes piensan diferente y buscan siempre destacar a través del impacto de lo diferente.
Tal como lo hizo Terence Donovan en 1987, cuando crea el primer calendario con modelos de color, en donde salta a la vista una Naomi Campbell de apenas 16 años o, como ha sido la misma evolución del calendario en cuanto al tono de sus desnudos.
Más quien iba a decir que la mayor controversia la iba a causar la célebre fotógrafa y retratista Annie Leibovitz (autora también del Calendario Pirelli 2000) con el calendario para el año 2016. Y no se trata de que las fotos sean más sugerentes, al contrario, la controversia viene de que en realidad las mujeres que salen no son en la mayoría el prototipo típico de Pirelli y de lo poco sensuales de las imágenes. ¡Las fotos son estupendas! Lo son, desde un punto de vista estético y de impacto retratista,
más no es a lo que tenían acostumbrados al grupo selecto de hombres que espera cada año con ansia el producto final.
“Algunas musas que han aparecido a través de los años incluyen a: Kate Moss, Valeria Mazza, Cindy Crawford, Sophia Loren (a sus 75 años), Sienna Miller, Penélope Cruz, Bridget Moynahan, Gisele Bündchen”
“El Calendario 2000 fue un ejercicio fotográfico de desnudo, un concepto sencillo. Para el 2016 hemos hecho algo completamente diferente, pero a pesar de todo sencillo. Es un conjunto de retratos en blanco y negro hechos en el estudio”, comenta la fotógrafa.
Leibovitz presentó en el Roundhouse en Londres un producto que muestra a 13 mujeres que han destacado por sus logros profesionales, sociales, culturales, deportivos y artísticos, como lo es la tenista Serena Williams, la cantante Patti Smith, Yoko Ono, la coleccionista de arte Agnes Gund, entre otras de igual o mayor importancia. Así que cuando los pocos afortunados que lo recibieron empezaron a expresarse acerca del contenido, la controversia se desató.
La colección de fotos es una verdadera obra de arte que debería estar en los museos contemporáneos de las ciudades más importantes o en colecciones impresos de los mejores retratos hechos alguna vez, pero… ¿en el Calendario Pirelli? Para muchos no. ¿Empezará una nueva época para el calendario italiano? Tendremos que esperar un año para saberlo.
