POR TERCER AÑO CONSECUTIVO TENEMOS NUESTRA ENTREGA ANUAL DE LO MEJOR DEL
AÑO. COMO ESTABLECIMOS EN 2012, NO SE TRATA DE SELECCIONAR AD INFINITUM VEHÍCULOS EN CADA CATEGORÍA Y ESTILO PENSADOS POR LOS MERCADÓLOGOS, SINO DE ESCOGER LO MEJOR DE LO MEJOR, POR ESO SÓLO HAY CUATRO PREMIOS. CON ESA REGLA BÁSICA VEAMOS LO QUE NUESTRO CONSEJO EDITORIAL HA SELECCIONADO COMO LO MEJOR DEL MUNDO AUTOMOTOR

El Corvette C7 es el nuevo Stingray y merece en el nombre legendario que evoca los autos de los años 70 que construyeron la reputación de la marca. El C7 es nuevo desde la raíz, con solo dos piezas conservándose de la generación previa: el filtro de la cabina y el cierre del techo. El chasis es una estructura de base de aluminio con paneles de compuesto para la carrocería colgando de él. La suspensión está compuesta de doble brazo en las cuatro ruedas, y conserva los emblemáticos resortes transversales y utiliza amortiguadores magnetoreológicos (como el Lambo Huracán que cuesta seis veces más).

El motor es el Chevy V8 de bloque pequeño y 6.2 litros que entrega 460 caballos y 465 lb/pie de torque; y tracción trasera con caja manual de siete velocidades. Es un auto grande: 4.5 metros de largo y 1.87 de ancho; pesa casi 1,500 kg, distribuido casi uniformemente entre los ejes trasero y delantero. Esto le permite ir de 0 a 100 kph en 4.2 segundos y alcanzar una velocidad tope de más de 310 kph.

Con ayuda eléctrica, la dirección es bastante rápida, el volante pequeño, y el Corvette se mueve a velocidades lentas muy relajado. El paseo es flexible, los niveles de ruido bajos y el motor se siente contento de jalar desde bajas revoluciones, pero es particularmente bueno en velocidad crucero en larga distancia. Hay diversos modos de manejo, el estándar es el Eco, que apaga cuatro cilindros en toques mínimos del acelerador para mejorar la economía. Al cambiar a modo Touring y Sport, se agudiza el motor, pero en el modo Track donde el Corvette ofrece su mejor desempeño, pues agrega peso a la dirección, abre los escapes, y da firmeza a los amortiguadores, aunque no a un grado incómodo, más bien divertido.

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El diferencial trasero del Corvette está controlado electrónicamente y cuando pisas en serio el acelerador puedes bloquear el coche y sacar la cola, pero aunque pierda la tracción, el Corvette patina tranquilo y manejable, divertido. Se ajusta a la naturaleza relajada y capaz de este coupé de buen valor y capacidad de alto desempeño divertido, cuya relación precio-desempeño lo hacen el deportivo del año.