Ganassi logra segundo 1-2 consecutivo y Honda se muestra poderoso en casa de su rival. ROSEMARY WINDSITE reporta.

Tras la Indy 500, el contingente de regulares de IndyCar se reunió en casa de Chevrolet, Detoit, para reanudar el campeonato, pero les esperaba una sorpresa, pues Honda no solamente dominó desde la calificación, sino que también lo hizo en la carrera, que se tuvo que dividir en dos partes pues el concreto del circuito se rompió y hubo que interrumpir la carrera durante dos horas para hacer reparaciones de emergencia.

El domingo soleado, pero con nubes, hacía temer la presencia de la lluvia, que había caído viernes y sábado a plenitud. Los 25 autos fueron encabezados por el neocelandés Scott Dixon, de Ganassi Racing, quien tomó la punta seguido por Will Power y más atrás Simon Pagenaud mientras Ernesto Viso mantenía al resto de los contendientes detrás en un trenecito que crecía conforme transcurrían las vueltas.

Algunos se hartaron y pararon antes para salirse del tren y mientras Dixon se escapaba de Power, Viso manejaba a su ritmo sin que pudieran rebasarlo. Pero en el giro 39 Hinchliffe chocó con un pedazo de pista que se había desprendido en la curva 6 y Takuma Sato chocó sólo en otra cuerva y los organizadores sacaron al auto insignia, tras el cual dieron unas vueltas los autos y luego salió la bandera roja para mandarlos a los fosos mientras reparaban la pista.

La tarde se venía encima, las nubes aumentaban y finalmente, dos horas después, la carrera reinició, pero reducida a 60 giros, un tercio menos de lo originalmente pactado. Regresó también el suplicio para los que andaban detrás de Viso, aunque siendo un sprint de 15 giros hasta el final, muchos se decidieron a arriesgar, entre ellos Dario Franchitti, quien había avanzado del sitio 14 al sexto antes de la interrupción.

En la rearrancada, tras dos giros en amarilla, empezó a llover y se trompeó Helio y Carpenter le pegó. Volvieron a salir las amarillas pero Dario ya estaba cuarto, mientras que Pagenaud había podido pasar a Power, quien se durmió en la arrancada. Vino otra verde y Franchitti pasó a sus dos rivales para ponerse segundo, pero con llantas blandas (rojas), contras las duras de Dixon, pero otra vez llegaron las amarillas pues Marco Andretti le pegó a Viso al intentar pasarlo y, como de costumbre, fue perdonado por los comisarios. Vino la rearrancada final, faltando seis giros y aunque Dario intentó pasar a su coequipero, Dixon no estaba para bromas, cerró la puerta y se fue a la de cuadros sin aflojar el paso.