¿Qué nos espera de la F1 en 2016?
Marzo es el mes de los pronósticos y digamos que en 2015 fuimos absolutamente geniales en F1, junto con otros mil millones de aficionados, pues todos sabíamos que Mercedes iba a ganar fácil y Lewis iba a repetir. ¿Entonces qué nos resta para 2016? Yo digo que más de lo mismo en el frente de la parrilla, con otra demostración estelar de los germanos y su piloto menos güero –lo pongo así porque hay algunos correctores políticos que piensan que negro es insulto, lo cual no comparto, pero no quiero recibir correos de los que son (más bien se ven en el espejo como) perfectos, ja, ja– quien llegará a cuatro títulos y ahora se comparará con Prost, pues seguramente pensará que ya superó a Senna. En fin, nadie niega que Lewis es bueno, pero su auto es todavía mejor, miren nada más cuántos triunfos le ha dado a Nico, quien no es exactamente excepcional; y la verdad me encantaría equivocarme y que alguien más sea el campeón, pero no apostaría en contra de mi boca.
El resto, pues quizás un paso más de Ferrari, pero no veo quien más vaya a ganar, no veo a Williams ni a RBR ni a Renault con arrestos para detener la sangría plateada. Luego queda Force India, que bien podría caer un paso porque Renault tiene mucho más dinero y no hay miserias en Enstone, y un poco más atrás los sospechosos usuales, los
Toros, los suizos de Sauber; McLaren es un caso especial, ellos dicen que ahora si ya le dieron al clavo, pero quién sabe cuántos dedos se hayan machucado en el intento, así que más allá del sexto no los veo, aunque tengan a la pareja estelar (¿o esa será la de Ferrari?) de la F1 en sus asientos. Manor, pues seguirá peleando por conseguir un puntito y luego vienen los habladores, digo, los debutantes de Haas, quienes con suerte quedarán décimos. Pero eso de que desde la primera carrera van a estar peleando los puntos, no me lo creo. Ese discurso arrogante de que son la potencia mundial a lo mejor funciona en el sur gringo nascarero, donde hay tanta falta de educación y mala información como en el valle de Chalco, o en las ciudades perdidas de Mumbay o en los hacinamientos de 60 pisos de Hong Kong. La F1 no es NASCAR y veo que van a tener un despertar abrupto, lamentable porque ahí se forma nuestro Esteban.
Supongo que va a ser un año similar a 2015, pero por cuestiones de cierre lo escribo antes de que se den las primeras prácticas de pretemporada, así que bien podría equivocarme por completo. No sería la primera vez, pero tampoco es frecuente. Lo hablamos más adelante.
