El regio Daniel Siárez venció en la Atlanta 400 este domingo tras una batalla constante y tesonera arrancando desde el sitio 23 de la parrilla de 37 autos con su Camaro #99 del Trackhouse Racing.
Tras un toque en el inicio de la contienda, el mexicano fue ascendiendo en el clasificador durante las primeras dos etapas de la competencia y para la tercera se encontraba en plena pelea aunque la carrera estuvo lenta por banderas amarillas constantes. Faltando menos de 25 vueltas hubo un choque de Denny Hamlin con Chase Briscoe que provocó otra bandera, roja esta vez, y una detención más larga y al rearrancar Daniel pasó del tercero al primer sitio tomando el mando por encima del campeón 2023, Ryan Blaney cuyo Mustang optaba por la línea interna contra la externa de Daniel, pero faltando nueve giros vino otra amarilla y y rodaron de nuevo atrás del auto de seguridad.
En la rearrancada final, con cuatro vueltas por correr las acciones se repitieron con Daniel sin dejar su línea y Kyle Buscj abriendo una tercera línea entre los dos líderes para colocarse al centro en otro Camaro. Así se fueron en línea de tres en la final y con Daniel siendo impulsado por Austin Cindric, coequipero de Blaney casualmente, cruzaron la meta separados por tr3s milésimas de segundo a favor del mexicano sobre Blaney con Busch un poco más atrás y Cindric en cuarto.
En total, Daniel lideró nueve vuelts, y al final expresó sus gracias a Cindric con quien hizo pareja en el cierre y dijo: “Vaya carrera. Fue muy cerrado el final, peleando con grandes pilotos como Blaney y Busch. Gran trabajo del equipo. Sabía que tenía un gran auto. Chocamos en la vuelta dos, y perdimos tiempo ajustando el auto. No puedo agradecer lo suficiente al equipo. Gracias a todos, a los fans por estar aquí”, dijo eufórico Suárez.