Las clases T3 (Prototipos Ligeros) y T4 (SSV) darán de qué hablar en el Dakar 2023, ya que las marcas y equipos llegan más reforzadas que nunca.
Aventurarse a hacer un pronóstico resulta peliagudo en esta ocasión, en especial ante la reconfiguración de Red Bull, que se presenta con seis vehículos repartidos en dos equipos y con nombres diferentes.
La compañía austriaca ha trabajado con el fabricante Can-Am para la preparación de los prototipos ligeros, que se confiarán a un auténtico «Dream Team» al que parece estar destinada la victoria.
En dicho equipo se encuentran Francisco “Chaleco” López, tres veces ganador de la categoría desde su reconversión a piloto de SSV, y la reina de la arena, Cristina Gutiérrez, ganadora de la Copa del Mundo en 2021, tercera en el último Dakar y campeona de Extreme E.
La española y el chileno representan al Red Bull Can-Am Factory Racing.
«Esta va a ser una edición más extensa. Creo que va a haber que cuidar mucho más la máquina, ya que las temperaturas serán más altas», dijo López, quien conquistó en octubre el campeonato del mundo de la categoría SSV T3, 15 años después de haber obtenido la corona de las dos ruedas en 2006.
«En teoría va a ser un Dakar más técnico, con menos velocidad, muchas más dunas y fuera de pistas. Creo que la primera semana va a ser clave para tener la oportunidad de estar en los primeros lugares. Creo que tendremos etapas mucho más difíciles respecto a años anteriores».
También estará el joven Seth Quintero quien tiene ganas de seguir progresando, tras su impresionante colección de doce especiales en la última edición, Austin Jones, vencedor en T4 en 2022, al que se le invitará en esta ocasión a competir en un T3, y Mitch Guthrie, cuya misión será estrenar un modelo en desarrollo con miras a inscribir a un prototipo ligero híbrido en un futuro cercano.
Jones, Guthrie y Quintero participarán bajo el estandarte del Red Bull Off-Road Junior Team USA by BF Goodrich.
El número nada desdeñable de campeones de Red Bull no parece desalentar a varios cazadores de podios con claras intenciones de defender sus puestos, empezando por Guillaume de Mevius, quien lucirá sus propios colores (GRALLYTEAM) tras una aparición en 2022 que no pasó desapercibida.
El temperamento de ganador de dos antiguos pilotos de motos, Antoine Meo (cuarto en 2018) y Hélder Rodrigues (tercero en 2011 y 2012), con su Zephyr y fichados respectivamente por PH-Sport y South Racing Can-Am, debería permitirles abrirse rápidamente un hueco de lujo en su nueva disciplina.
Además, tras dos años en Camiones, el bicampeón en quads, Ignacio Casale, podría causar sensación en su retorno, con el equipo oficial X-raid Yamaha Racing Rally Supported Team.
«Queremos llegar callados y demostrar con hechos. Todo depende de nosotros, porque si no supiera que podemos ganar el Dakar no me hubiera inscrito este año», comentó.
«Siempre tengo la ilusión de ganar y nos sentimos superiores que cualquiera. Un deportista se tiene que creer el cuento y en los quads, por ejemplo, siempre me sentía mejor, que podia ganarle a cualquiera. Tenemos esa seguridad y si no es hoy, será mañana, pero lo vamos a lograr. La perseverancia le gana al talento. Vamos a lograrlo, nos queda mucha batería».
Solo 8 días para partir al Dakar y me siento muy bien!😉💪👊 pic.twitter.com/4XdewTLjft
— Ignacio Casale (@IgnacioCasale) December 19, 2022
No faltan los recién llegados, como los dos antiguos pilotos de quads argentinos Nicolas Cavigliasso (ganador en 2019) y Jeremías González (3º en 2018-2019). Se codearán con Xavier de Soultrait, quien deja atrás su carrera en motos (séptimo en 2019) e inicia una nueva aventura con un T4 Polaris de Sebastien Loeb Racing, en el primer año de asociación entre ambas partes.
En los SSV de serie parece que la lucha será igual de feroz. Al volante del sexto vehículo de Red Bull está nada más y nada menos que Rokas Baciuska, la gran revelación del último Dakar, en el que acabó tercero en T4, y ganador de la primera temporada de W2RC.
El lituano cambia de equipo, pero no de categoría: volverá a medirse con el catalán Gerard Farrés (segundo en 2022), así como con la familia Goczal, presente al completo. Los hermanos Michal y Marek, que sumaban ocho victorias de etapa el pasado mes de enero, contarán con el refuerzo de Eryk, el piloto más joven del Dakar (18 años), del que se dice que es más rápido que su padre y que su tío.
Se esperan 46 vehículos en la clase T4 de SSV de serie y 47 prototipos ligeros (T3); sin embargo, nunca se ha juntado tanto talento joven con ganas de no dejar escapar la oportunidad. En T3-T4, son trece los pilotos menores de 28 años, la mayoría de ellos con referencias más que prometedoras.
Cuatro tendrán menos de 18 años cuando se dé el pistoletazo de salida: Eryk Goczal, el español Pau Navarro, segundo en los Rallies de Marruecos y en Andalucía, el brasileño Bruno Conti de Oliveira, quien sigue la estela de su padre (ganador de etapa en 2022) y Alliyah Koloc, sin su gemela Yasmeen, que no participará por una lesión de muñeca, al volante de un T3 del team Buggyra de su progenitor.
Las dos categorías, que destacan por su juventud, también son las más femeninas del rally: tras el volante de trece de estos coches se encuentra una mujer y en dos, tendrán a una copilota.