Memo Rojas es hijo del gran Guillermo, uno de los pilotos nacionales más destacados de la historia, vencedor en ocasiones de los míticos Moisés y Pedro y maestro de Héctor – tres de los cuatro mexicanos que corrieron en F1. Eso es una ventaja cuando se tiene que abrir uno paso en el deporte motor, pues todo mundo sabía quien es el hijo de Guillermo Rojas.

Empezó temprano en los karts, cuando su padre ganaba títulos en todas las series, y aunque corrió brevemente en monoplazas en México, su historia competitiva se inicia en 1997 en la Fórmula Dodge Oeste estadounidense en la que gana el Novato del Año y el subcampeonato, mismos galardones que obtiene en la F3 Mexicana ese año. Participa un par de años más en la Barber Pro hasta que firma en 2000 con el equipo Espíritu de México para correr la FF 2000 y queda sexto, mismo sitio que obtiene al año siguiente con RoQuin Motorsports. En 2002 es uno de los primeros volantes firmados para la naciente Escudería Telmex y regresa a la Barber Pro, donde es quinto con tres podios en el año, sitio que mejorará al subcampeonato en 2003 con seis podios y victorias en Toronto y Montreal. Prueba al final del año en la Fórmula Renault V6 europea y firma con el equipo galo DAMS para la temporada 2004. Su jefe de equipo es Eric Boullier, el actual director de Lotus-Renault F1, y Memo tiene una temporada cuyo resultado más brillante es el podio en la segunda carrera en Donington Park, batallando contra el desconocimiento de las pistas.

Sin embargo, las prioridades cambian y Memo no puede hacer la segunda campaña, la de consolidación cuando ya se conoce el ambiente europeo, por lo que se mantiene en espera hasta que a fines de 2006 el equipo Telmex-Ganassi Racing con Félix Sabates requiere un reemplazo para Luis Díaz, quien se va a la ALMS. Pese al receso en el que solamente corrió karts, Memo es –fácilmente– el más veloz y el que mejor retroalimentación da a los ingenieros en la prueba por lo que es elegido para correr en 2006 con Scott Pruett en la serie Grand Am.

Inicia su capaña 2007 en las 24 Horas de Daytona –una de sus pistas favoritas– y en una táctica que luego lamentaría el equipo, lo ponen en un auto distinto al de Pruett, haciendo tercia con Dixon y Wheldon, y al chocar ya nunca tendrá el mismo número de puntos que Scott en la temporada, aunque sería elegido Novato del Año al terminar cuarto general con un triunfo en Iowa y seis podios más.

En 2008 las cosas mejoraron y Memo maduró como piloto siendo tan rápido como Scott en carrera y la dupla consiguió seis triunfos en 14 fechas –entre ellos el de las 24 horas de Daytona acompañados por Juan Pablo Montoya y Dario Franchitti– para coronarse al final del año. Fue el primer campeonato en autos Sport para un mexicano desde el de GTP Lights de Tomás López Rocha en la serie IMSA en 1990.

Pero su dominio trajo una respuesta y aunque lograron ocho podios en la campaña siguiente, incluyendo triunfos en Watkins Glen y Mid Ohio, el de Daytona les fue arrebatado por un auto que pesaba menos de lo reglamentario y la serie sólo lo multó con cinco puntos en vez de descalificarlo. Otras decisiones dudosas y el juego de equipo de sus rivales les quitaron la corona, pero en 2010 regresaron a borrar del mapa a los contrincantes y con nueve triunfos en 12 fechas fueron reyes de la serie nuevamente, aunque un error de su coequipero Justin Wilson cuando lideraban les quitó el triunfo en Daytona.

Memo, brillando ya con luz propia, tuvo una temporada 2001 que lo catapultó a la historia con su tercer título, ahora ganando cinco veces en 12 carreras y logrando que los organizadores ofrecieran un premio adicional a quien
lograra vencerlos, pues abrieron el año con triunfos seguidos, esta vez capturando Daytona, la joya de la corona de
Grand Am. Ahora, don Guillermo tiene prestigio entre las nuevas generaciones, pues todos saben que es el papá de Memo Rojas, el tricampeón. Y en 2012, Memo va por el cuarto título.