GARY ANDERSON nos da su visión del futuro sobre el tema más discutido fuera de las pistas actualmente.
Los equipos de la F1 se encuentran en una carrera contra el tiempo para encontrar medidas de reducción de costos que involucren a la FIA como supervisor del acuerdo de restricción de recursos.
Los equipos no lograron un acuerdo unánime sobre cómo conseguir estos cortes antes del 30 de junio, pero AUTOSPORT tiene entendido que la FIA está considerando cambios deportivos en las regulaciones que se entreguen antes del 24 de julio.
Eso le deja a los equipos poco tiempo para ponerse de acuerdo si es que quieren que haya cambios en 2013. Con un acuerdo todavía distante, el corresponsal técnico de AUTOSPORT, Gary Anderson, muestra su visión para las nuevas medidas presupuestarias en la F1.
Enfóquense en la maquinaria
Hay muchas formas de reducir costos en la F1, pero no hay duda que la más efectiva sería ir contra los mismos autos. Esto creará un ambiente más parejo para todos y evitará la necesidad de auditar a los equipos.
Ideas como el prohibir los calienta-llantas no son la repuesta. Se reconoce que tomar esta medida podría ahorrar medio MDD cada temporada, pero probablemente implicaría una vuelta extra de calentamiento necesaria en los 11 juegos de llantas en cada uno de los 20 fines de semana, lo cual costaría alrededor de cinco veces más.
Ciclos de homologación
Cada carrera, los equipos llegan a la pista con un sinfín de modificaciones; esto es un proceso muy costoso. Por ejemplo, un alerón delantero puede costar hasta 200,000 dólares y eso suma una gran cantidad de dinero, en especial cuando tomas en cuenta la intensidad del desarrollo en 2012 y el hecho que a veces los equipos deben descartar las mejoras cuando no funcionan.
La solución podría ser el introducir ciclos de homologación, de tal manera que el paquete presentado en la primera carrera de la temporada deba usarse en las primeras seis. En una temporada de 20 carreras, eso da un marco de actualizaciones cada seis carreras más otros dos cambios libres. Estos permitirían pequeños ajustes para tratar de resolver problemas en el auto u optimizarlo para cierto circuito.
El área del auto bajo las reglas del ciclo de homologación podría extenderse hacia atrás del frente de la llanta trasera y hacia delante de la parte posterior de la llanta delantera, y cubriría todas las áreas hasta 500mm sobre el piso del auto. Esto incluiría los pontones, alerón trasero y delantero, caja de cambios, suspensión, difusor, piso, canales de frenado y veletas. Sería fácil de seguir y no faltarían los equipos que envíen fotos si creen que algún rival está tratando de desviarse del diseño elegido.
Opciones de prueba
No hay razón por la cual no tener pruebas en temporada, quizás con opción de quedarse en las pistas después de las carreras para correr un poco más. Así, no hay gastos adicionales de viaje y sería lógico hacer esto si se introducen los paquetes de homologación. Pero es muy importante que las pruebas se mantengan estrictamente controladas, el regreso a la situación que existía antes de los recortes causaría que los gastos crecieran exponencialmente.
Equipo y partes comunes
Hay un gran número de partes que podrían ser estandarizadas para controlar precios. Por ejemplo, hay una llanta común, ¿pero por qué no hacer también un rin común? Esto podría añadirse al equipo común de recambio en los fosos.
Teóricamente, no hay límite sobre lo que se puede hacer respecto a las piezas comunes. La F1 debe permanecer como una fórmula de prototipos, pero hay áreas del auto en que existen avances muy pequeños que cuestan demasiado y no hacen diferencia para los aficionados. Estas son las áreas para recortar costos.
Conteo del personal
Son innecesarias mayores reducciones de personal en los equipos; los ahorros requeridos pueden lograrse cortando el exceso que no aporta nada al espectáculo. Lo que la F1 necesita es regresar a como era hace unos 15 años, cuando los autos seguían actualizándose de manera frecuente, pero no tan excesiva como ahora. Eliminen los sobrantes y todo se sumará a una reducción de costos considerable.