Después del Gran Premio de Bahrain de Fórmula 1 es momento de dar vuelta a la página y olvidarnos de si el MP4-28 es un auto que ha fallado y que no alcanza los niveles de desempeño que tuvo la temporada pasada y de si Checo Pérez tomó la decisión adecuada al decirle que sí a McLaren.
En el 2011, su primera temporada en la máxima categoría del automovilismo, se veía muy pequeño y fuimos testigos de cómo fue madurando en su paso por Sauber F1 Team. De pronto aparecía en el paddok con lentes oscuros y barba de tres días como todo un piloto consagrado, sabiendo y disfrutando el nivel que había alcanzado en la grilla.
Este año con su llegada a McLaren, se le ve más humilde y centrado, preocupado sólo por conseguir buenos resultados.
Probablemente McLaren sea el mejor equipo de la Fórmula 1 para eliminar las tendencias egocéntricas de los pilotos que llegan a sus filas, porque aunque haya talento, la sombra de la decepción siempre está al acecho.
McLaren es, sin duda, un equipo que puede convertir a los niños en hombres, como lo estamos viendo con Sergio Pérez. Tras los malos resultados del equipo de Woking, Whitmarsh dio instrucciones a sus pilotos para ser más agresivos, más duros, pero sin ser sucios.
El resultado de esta orden pudimos verla en el Circuito Internacional de Sakhir. Checo Pérez peleó como si estuviera en una sesión de lucha libre. Sí, podría decirse que exageró un poco con un par de movimientos, rompió la primera regla del mundo del automovilismo deportivo: no chocar con tu compañero de equipo, pero demostró que seguía las órdenes de Whitmarsh.
Checo no sólo se beneficiará del camino por el que Whitmarsh lo está llevando, también del enfoque pragmático de Button. El Campeón del Mundo del 2009 se vio -comprensible- molesto con su compañero de equipo al atacarlo a 300 km/h y tocar su llanta trasera con el alerón delantero de su monoplaza, lo que llamó un «desempeño sucio y peligroso», pero esas decisiones siempre se toman al calor del momento.
Button demostró su calidad profesional calmándose rápidamente y diciendo, una hora después de la carrera a Whitmarsh, que hasta ahí llegaría su molestia y lo que había pasado durante la carrera había sido por el calor del momento.
Él no es un personaje que suele guardar rencor y hace de lado el resentimiento. Lo que sí es completamente cierto, es que ya no puede esperar que Sergio Pérez se comporte como un piloto secundario.
Button llegó a Bahrein con mejores resultados en las carreras anteriores que Checo, por eso en días previos a la competencia expresó que Pérez debía contribuir con más puntos para el equipo, bueno, pues esta carrera lo hizo, así que no hay lugar para quejas.
Sergio Pérez sorprendió a Jenson Button con la guardia baja, pues hasta la carrera previa se había comportado como el segundo piloto, cosa que no sucedió en Bahrein, donde luchó con gran ritmo y tenacidad.
Button no fue tan fuerte como Pérez, así que ¿cuál habría sido la orden adecuada de Whitmarsh en ese momento? ¿Pedirle a sus pilotos que no compitieran o decirle a Jenson que se hiciera a un lado? Tal vez por el bien de su corazón y nervios sí… pero no para la audiencia que no se pierde ni una carrera de la temporada, a la que le ofrecieron un gran espectáculo.
En resumen, McLaren está convirtiendo a un niño en hombre, como podemos presenciar en Checo Pérez.
Fuente: The National