Por Miguel Hernandez.
A Bradley Aaron Kaselowski, del equipo Penske Racing, le tomó un tiempo de 1:56:58, para ver la bandera a cuadros en el Iowa Speedway, y llevarse la victoria en la Nascar Nationwide Series, después de 250 vueltas llenas de paciencia, al tener que superar una penalización, además de problemas con el motor.
Kaselowski largó quinto en la parrilla de salida, pero muy temprano en la carrera, en una entrada a pits, el equipo dejó una rueda suelta, lo que le provocó la penalización de salir hasta el fondo del pelotón, para después encontrarse con un trozo de caucho en la pista que se incrustó en su parrilla, obstruyendo la ventilación y provocando calentamiento en su motor, teniendo que hacer una parada más para resolver el problema.
La paciencia y las banderas amarillas le dieron la oportunidad de pelear por la punta y fue en las últimas vueltas que logró colocarse a la cabeza y llevarse “la mejor victoria de su carrera” según fue catalogada por él mismo.
El segundo puesto fue para Sean Hornish Jr., con lo que el equipo Penske Racing logró el 1-2, también fue una gran carrera para Hornish si consideramos que inició la competencia en la posición 14; El tercer puesto fue para Brian Vickers, del equipo Joe Gibbs Racing.
El cuarto lugar fue para Austin Vickers, del equipo Richard Childress Racing, quien lideró gran parte de la carrera, durante 116 vueltas de las 250 para ser exactos, terminó en la cuarta posición después de una mala decisión en pits, al cambiar los cuatro neumáticos mientras sus perseguidores cambiaron sólo dos, esto le hizo perder agarre sobre la pista y por consecuencia llevar una velocidad más lenta en comparación de los demás pilotos. Kyle Larson , del equipo Turner Scott Motorsport, completó los mejores cinco.
La siguiente cita es en Nueva York, en el circuito Watkins Glen International, el sábado diez de agosto.