Billy Monger escribió otro capítulo especial en su historia inspiradora en el automovilismo.
El británico, quien maneja con piernas amputadas por debajo de sus rodillas, logró su primera victoria en autos monoplaza durante el fin de semana, ni más ni menos que en el circuito callejero de Pau, en Francia, en la Euroformula Open.
Monger, de 20 años de edad, probó fortuna ante las condiciones de clima cambiantes, al ir a la zona de fosos por neumáticos para piso húmedo en plena vuelta de calentamiento, ya que la lluvia comenzaba a caer.
«No lo puedo creer. Después de calificar en 11°; a pesar de que tenía más potencial, pensé que estaríamos atorados en la mitad del paquete», dijo. «Sabía que (el asfalto) estaba muy mojado e la vuelta de bandera verde (de formación) e hice la apuesta por las húmedas. Desde ese punto intenté superarlos uno por uno».
Así, desde el fondo de la parrilla, superó a todos sus rivales, incluyendo a los integrantes de Motopark, Liam Lawson y Julian Hansas, quienes a pesar de liderar la primera parte del recorrido, quedaron fuera de acción por un accidente que ambos protagonizaron y que derivó en la salida del auto de seguridad.
Antes de ello, un contacto con el muro de la Curva 3 lo dejó con su volante dañado, pero en el reinicio, contuvo a su coequipero en Carlin, Nicolai Kjaergaard, y a Yuki Tsunoda, quien cambió a neumáticos para mojado pero no pudo alcanzar a sus adversarios.
Es su primer triunfo desde que regresó a manejar monoplazas, el año pasado. En la F3 Británica sumó un podio y concluyó sexto en la puntuación, mientras este año permaneció con Carlin para la Euroformula Open, utilizando un coche con un pedales más alzados y un sistema de frenos que puede accionar sin necesidad de utilizar su prótesis.
«Solo tengo que agradecer a Carlin por todo. Hace dos años, o pensé que estaría ganando carreras, estoy sobre la luna con esta victoria», afirmó.