Audi se coronó como campeón de fabricantes en el WEC de la FIA durante una carrera, originalmente planteada a 6 horas, en Fuji, Japón, pero que se vio truncada por intensa lluvia tras 3 horas y 46 minutos de competencia aunque en total solamente se corrieron 16 vueltas. Sin embargo el título de pilotos aún esta en juego con 2 carreras pendientes, Shanghai y Bahrain.
El Toyota No.7 de Alexander Wurz, Nicolas Lapierre y Kazuki Nakajima fue declarado como ganador después de que la organización de la carrera dio por concluido el evento, otorgando la mitad de los puntos que se habían dispuesto. El podio lo completaron Tom Kristensen, Loic Duval y Allan McNish en el Audi No.2 y el LMP1 del Rebellion Racing No.12 de Mathias Beche y Andrea Belicchi.