Aston Martin tenía expectativas importantes para el Mundial 2021 de F1, pero terminó como una de las decepciones de este año.
El equipo británico, que se rebautizó con el regreso de la marca de autos de lujo, esperaba mantener el impulso de 2020, en el que bajo el nombre de Racing Point, terminó en cuarta posición en el ranqueo de Constructores con una victoria (Sergio Pérez en Sakhir) y cuatro podios.
Sin embargo, las modificaciones técnicas para 2021, que incluyeron quitar carga aerodinámica en los monoplazas que se concibieron un año antes, y una vigilancia mayor en el intercambio de información entre los equipos de fábrica y sus clientes, perjudicaron el desempeño de los autos Mercedes, caracterizados por su filosofía de ángulo de inclinación bajo.
Aunque la escuadra oficial se agenció el título de Constructores, Aston Martin finalizó séptima, con sus pilotos Sebastian Vettel y Lance Stroll siendo 12º y 13º en el de Pilotos, respectivamente. Fue la primera vez desde 2013 – en la era de Force India – que ninguno de los titulares de la fábrica de Silverstone acabó entre los diez mejores.
Este no fue el único factor para la baja de rendimiento colectivo en pista, ya que el enfoque al futuro también influyó en la situación.
«Fue un poco decepcionante comenzar la temporada menos competitivo de lo que esperábamos, debido a los cambios aerodinámicos tardíos y unilaterales que se hicieron y, a partir de entonces, hicimos lo mejor que pudimos para salir de ese hoyo», describía Otmar Szafnauer, director del equipo.
«Pero como todos en la media tabla, tuvimos que dejar de desarrollar el auto de este año debido al hecho de que las reglas de 2022 son completamente diferentes. Y una vez que nos detuvimos, todo lo que pudimos hacer es aprovechar al máximo el paquete que teníamos».
«Trabajamos mucho antes de llegar a un Gran Premio en el simulador. Los pilotos lo manejan bastante, más de una vez y creo que comenzamos a correr bien, pero hay circunstancias que están completamente fuera de nuestro control».
El otro gran factor que determinó el resultado de Aston Martin en 2021 fue la llegada de Sebastian Vettel, quien después de manejar para Ferrari durante seis años, vivió el mismo proceso de transición que otros pilotos, como el mismo Pérez, en una etapa en la que la pandemia de COVID-19 limitó mucho la actividad en pista y en las fábricas.
Aunque subió a un podio (segundo en Bakú), el alemán terminó entre los diez primeros en sólo siete ocasiones y avanzó a la Q3 de calificaciones en ocho, quedando incluso por debajo del corte de Q1 en dos oportunidades.
Si bien era algo presupuestado desde el arranque de año, Szafnauer comparó su situación con la del mismo Pérez -a quien reemplazó en la agrupación- y destacó que la adaptación fue recíproca, dando como resultado que Vettel acabara delante de Stroll en el Mundial.
«Sergio decía: ‘Mira, yo también cambié de equipo’. El se mudó de nuestro equipo a Red Bull. El propio Sergio pensó que le llevaría unas cinco carreras familiarizarse con una filosofía de auto completamente nueva», compartió.
«Seb tenía lo mismo, viniendo de Ferrari a nosotros, una filosofía completamente nueva, un sistema de propulsión completamente nuevo. La capacidad de manejo del tren motriz era diferente, el rake de la dirección, por ejemplo, era diferente, lo que a él no le gustó, lo tuvimos que ajustar. Hay muchas cosas, pero si mal no recuerdo, creo que fueron unas cuatro carreras hasta donde se sintió cómodo».
«Él se ha adaptado realmente bien. Hemos aprendido, como equipo, de Sebastian. Él y Lance trabajan muy bien juntos. Son una pareja verdadera que se muestra en la pista y él nos ayudó a comprender lo que se necesita y, con suerte, en el futuro, le daremos un auto en el que pueda ilustrar las habilidades de antaño y sí, ha hecho un gran trabajo para nosotros».
Mientras la construcción de sus instalaciones nuevas continúan y el proceso de contratación de personal nuevo sigue en proceso, Aston Martin espera que el desarrollo de su modelo 2022 rinda frutos.