El equipo Alpine de Fórmula 1 sigue sin dar el paso hacia los planos estelares de la parrilla, pero Laurent Rossi confía en que la estabilidad actual de su compañía matriz les permita capitalizar el cambio de reglas técnicas que vendrá en 2022.
La fábrica de Enstone finalmente rompió su sequía de victorias mediante Esteban Ocon en el caótico Gran Premio húngaro; sin embargo, como se ha visto en competencias recientes, su desempeño en pista tiene altas y bajas, lo que da como resultado que esté peleando con AlphaTauri por el quinto lugar del Mundial de Constructores.
Desde que Grupo Renault retomó la propiedad del equipo en 2016, su mejor resultado general fue el cuarto puesto de 2018; durante este periodo, se rumoró en ocasiones reiteradas la posible salida de la compañía francesa de F1, en especial por el gasto alto que entregaba pocos resultados, la falta de equipos cliente y la incertidumbre en el área ejecutiva, en relación con el escándalo y salida de Carlos Ghosn, a inicios de 2019.
Sin embargo, desde el rebautizo del equipo a Alpine y el compromiso de esta marca – con respaldo de su director de la empresa francesa Luca de Meo – en el automovilismo de primer nivel, la esperanza de regresar al protagonismo está más renovada que nunca.
«Todos sabemos que en los siete últimos años, todo el mundo ha sido un perdedor glorioso salvo Mercedes, por lo que el comentario es peor para todos. Lo que sucedió con el equipo en los últimos años, es que todavía estábamos en un entorno desenfrenado en el que uno podía entrar y tirar dinero en los problemas. Eso no ayudaba», admitió Laurent Rossi, Jefe de Alpine, durante el Gran Premio de Ciudad de México.
«Además, el apoyo de Renault no siempre fue fácil de leer en términos de largo plazo porque Renault está pasando por momentos difíciles».
«Estamos saliendo de eso ahora, esperemos, así que ahora tenemos un poco más de estabilidad, un poco más de camino y también más claridad sobre el hecho de que las inversiones serán más o menos similares a otras, por lo que se reducirá a la eficiencia, la experiencia, la astucia, otros criterios».
«Así que diría que este plan nuevo, tenemos la intención de cumplirlo completamente y debería estar menos perturbado que en el pasado, cuando simplemente podías decidir que un año vas a saltar a todos los demás con una inversión masiva».
El plan original de Renault en F1, como suelen trazarse las escuderías y armadoras, era tomar cinco años para desarrollar un conjunto que progresara y avanzara a los primeros sitios de la parrilla.
Tras pasar de noveno en el ranqueo de equipos en 2016 a cuarto en 2018, el panorama lucía prometedor para el equipo al que se le conocía como Renault, pero en los dos últimos torneos se quedó varado en quinta posición. Los cambios de pilotos titulares e ingenieros clave, junto con fallas diversas en confiabilidad, no ayudaron a dar el empuje al frente.
Pero las medidas que F1 ha tomado para mejorar el espectáculo y promover la paridad en pista, junto con decisiones internas – como la salida de Cyril Abiteboul y Remi Taffin y la llegada de Davide Brivio en el último año – la filosofía de la administración nueva es volver a iniciar «desde cero».
«Estamos construyendo sobre bases sólidas que se han erigido en los últimos cuatro o cinco años, por lo que es una evolución y aprovechamos un contexto totalmente nuevo», explicó Rossi. «Los costos van a tener un tope, las reglas están cambiando, todo el mundo está comenzando desde cero, casi».
«Es por eso que creemos que no es lo mismo que en el pasado, pero estamos construyendo en el equipo que llevó a Renault de noveno a quinto o cuarto y ahora es Alpine, pero sigue estando Grupo Renault detrás, así que diría que es para para mí una evolución en condiciones muy diferentes y, de nuevo, siento que tenemos una carta que jugar aquí».
Alpine llegó a ligar quince Grandes Premios consecutivos con puntos en un torneo en el que Fernando Alonso es 10º y Ocon, undécimo en la clasificación general.
Si bien las complicaciones técnicas siguen apareciendo, Rossi también indica que el enfoque también cambió para este año, al ser menos conservadores en lo operativo y estratégico para que el desempeño en pista de un paso adelante.
Al tiempo de no descartar más cambios de personal en el corto plazo, hay confianza para que los frutos comiencen a rendir en los años próximos.
«Queremos desafiar, queremos volver a lo más alto del podio, queremos ser un contendiente fuerte por la victoria y, si obtenemos suficientes victorias, por supuesto, queremos reclamar el título mundial. No tenemos reparos en reclamarlo», mencionó Rossi.
«Renault tiene muchos títulos a su nombre, especialmente como fabricante de unidades de potencia, pero también como equipo. Creo que tenemos todo lo necesario para volver allí. Va a ser una pelea reñida, seguro, no estamos solos, pero creemos que es realmente factible».