Mercedes se robó los reflectores desde este jueves al mostrar una actualización radical en su modelo W13 en la ronda de pruebas de pretemporada de F1 en Baréin.
La escudería campeona del mundo presentó un monoplaza que se caracteriza por sus pontones laterales, cuyo tamaño es mínimo, a tal grado de que podría pensarse que se eliminaron del diseño general.
Las tomas de aire también son más estrechas, en comparación con el modelo presentado en Barcelona; asimismo, la estructura de impacto lateral obligatoria ayuda a que el chasis sea más estrecho en el área, sin dejar de cumplir con las medidas de seguridad.
Si bien los tiempos del día no reflejan en ningún sentido su desempeño general, ya que George Russell y Lewis Hamilton finalizaron en noveno y undécimo sitios, las 122 vueltas que ambos completaron son un primer paso para analizar si el diseño renovado es efectivo.
«Todavía tenemos mucho trabajo por hacer con respecto a la validación del kit de actualización y continuaremos con el programa de recopilación de datos durante los próximos días, por lo que es un poco pronto para decir si todo está funcionando como se esperaba», destacó Andrew Shovlin, Director de Ingeniería de Pista.
«Ciertamente hay más que encontrar para lograr el balance adecuado entre las curvas lentas y las de alta velocidad, y también hay demasiado sobrecalentamiento de los neumáticos».
«Así que hay mucho para mantenernos ocupados durante los dos próximos días, pero estamos en una curva de aprendizaje cuesta arriba con el auto y los neumáticos nuevos: analizaremos lo que tenemos a partir de hoy y, con suerte, daremos un paso adelante para mañana».
Por supuesto, al ser la primera gran novedad aerodinámica que desarrolla algún equipo en esta era técnica nueva de F1, se pueden generar dudas sobre su legalidad, no tanto en cuanto a la innovación, pero sí por el propósito de las reglas para hacer más pareja a la parrilla.
El mismo Ross Brawn admitió que el diseño fue una «interpretación extrema» de las normas, pero con resultado «impresionante» en tanto que Christian Horner, cabeza de Red Bull, dijo a medios alemanes que tenía ciertas dudas sobre si rompía las reglas o no.
Sin embargo, Toto Wolff fue enérgico al decir que el desarrollo está bajo las normas, al ser un trabajo que se compartió con transparencia con la FIA.
“El proceso es muy claro: cuando vas en una dirección de desarrollo específica que consideras que tiene la FIA como parte del escrutinio, estás intercambiando datos de CAD (Diseño Asistido por Computadora). Los estás haciendo parte del proceso», mencionó el jefe de Mercedes.
«Está claro que a veces, cuando llegas con una innovación, crea el tipo de debate que estamos teniendo aquí. Por eso se esperaba eso. Tenemos la gobernanza nueva con la supermayoría que se necesita. He preferido quedarme con el sistema antiguo, y si un equipo presenta una innovación, posiblemente no puedas sacarla del auto si cumple con la norma».
«Creo que la FIA y la Fórmula 1 seguramente manejarán eso con diligencia, en el espíritu del deporte. Estábamos ansiosos por no correr solos con eso, sino por estar en contacto con la FIA, por eso creo que será bien».
Desde su aparición en los fosos, Wolff también se sintió halagado por establecer la primera gran referencia en cuanto a diseño de un auto en esta etapa particular a nivel técnico, después de que todos los equipos no mostraran sus armas completas en España. Ahora, el objetivo dentro de Mercedes será continuar con su plan de desarrollo.
«Estamos realmente orgullosos de lo que hemos logrado en términos de concepto, pero ahora tenemos que hacerlo veloz», mencionó.