Después de 12 años de éxitos y altibajos, la relación entre Red Bull Racing y Renault llegará a su fin este año, tras la decisión de la escudería de Fórmula Uno de utilizar motores Honda a partir de 2019.
Problemática fue la asociación entre el equipo austriaco y la motorista francesa en los últimos cuatro años y medio, cuando inició la era de las unidades de potencia V6 Turbo, en la que solo han conseguido 10 de sus 57 victorias.
Repetidas amenazas de un divorcio anticipado y ataques mutuos por el rendimiento inferior de la constructora, si se compara con Mercedes o Ferrari, sumado a un coche que ha sido inconsistente en la parte delantera de la parrilla, borraron por momentos su etapa de dominio en la máxima categoría, en la que ganaron cuatro campeonatos de pilotos y cuatro de constructores.
Por ello, a Cyril Abiteboul no le sorprendió mucho el anuncio de este martes, porque la separación de ambas partes ya se daba por hecho desde septiembre, cuando Toro Rosso se asoció con la constructora japonesa.
«El año pasado en Singapur anunciamos un conjunto completo de acuerdo para el grupo de Red Bull y McLaren», declaró el responsable del programa de la motorista a Autosport.
«Esto incluyó una terminación (de contrato) de Toro Rosso al final de 2017 y terminación de Red Bull al final de 2018, a pesar de que Red Bull había solicitado ser un poco más vago sobre ese tema».
«Esto fue hacia una dirección diferente cuando Red Bull solicitó una oferta, ya que había un poco de indecisión sobre cuál camino ir. Para nosotros, es más una confirmación de lo que estaba en el aire».
A pesar de los altibajos, Abiteboul siempre estuvo a favor de mantener su relación con la fábrica de Milton Keynes, que ha sido clave en el desarrollo de sus unidades de potencia desde que Renault volvió como equipo oficial en 2016; incluso, en Canadá garantizó la oportunidad de volver a ser campeones mundiales.
Pero la demora de Red Bull para decidir por cuál constructora firmar, que también generó otro choque de declaraciones, y su evaluación sobre el rendimiento de ambas marcas en Montreal, junto con el hecho de que no existía un aval para que recibiera recursos ilimitados, al mantener su condición de «equipo cliente», fueron otros motivos que el directivo francés identificó como detonantes de esta separación.
«No podía ser con Renault, tenía que ser con otra entidad y ellos encontraron con Honda una combinación perfecta», indicó.
«Estoy seguro que hay algo relacionado con el rendimiento, pero es muy claro que hay mucho más que esto. Hay una cantidad de cosas que no podíamos ofrecer, como apoyo financiero, acceso a instalaciones centrales, porque nuestra prioridad y enfoque está en la consolidación del rendimiento de Renault Sport F1».
Abiteboul afirmó que la labor de seguir desarrollando el programa de la escudería a su cargo, el cual se ubica cuarto en el Campeonato de Constructores, será menos difícil, al no enfocarse tanto en sus equipos cliente, por lo que espera que el tiempo sea el que demuestre que la decisión de Red Bull haya sido la equivocada.
«Haremos todo lo que podamos para hacer que ellos lamenten esta decisión. Lo que quiero decir con ello es hacer simplemente lo mejor que podamos en la pista con nuestro equipo bajo nuestros propios colores».