Si se trata de lidiar con la competencia dura entre coequiperos, Toto Wolff le puede dar algunos consejos a Christian Horner.
El jefe de Mercedes recordó algunos pasajes de la etapa en la que Lewis Hamilton y Nico Rosberg ofrecieron una guerra sin cuartel, mientras buscaban la corona del Mundial 2016 de F1.
Pese a que hubo lecciones que le dejó conciliar con ambas personalidades, la transparencia y comunicación hacia el británico y el alemán fue un factor clave para que las tensiones no se salieran de control, algo que puede aplicarse a lo largo del Mundial, si Max Verstappen y Sergio Pérez protagonizan una lucha durante el resto del año.
«Obviamente, ambos pilotos intentarán siempre sentir que reciben un trato justo y equitativo, mientras que al mismo tiempo intentan tener una ventaja», compartió Wolff este viernes, en la rueda de prensa de jefes de equipo de FIA en Miami.
«Y creo que en nuestro equipo, fue importante mantener mucha transparencia y claridad, discutir las cosas antes de salir a correr un domingo. Poner límites. Y, al final, ambos pilotos, incluso con Nico y Lewis, ellos respetaron la opinión del equipo, aunque nosotros reconocíamos que tenían una pelea entre los dos».
«Entonces, retrocediendo en el tiempo, hay cosas que probablemente habría hecho de manera diferente en 2016, en particular, pero el balance entre aceptar que estos dos muchachos están compitiendo por un campeonato, y están dentro del mismo garaje, y al mismo tiempo son parte de una estructura más grande, creo que eso no siempre es fácil, porque son animales muy competitivos».
Horner, mientras tanto, vivió la rivalidad entre Sebastian Vettel y Mark Webber a principios de la década pasada y algunos desencuentros en pista entre el mismo Verstappen con Daniel Ricciardo. Ni hablar con lo ocurrido en Brasil entre sus titulares actuales, una situación cuya raíz se generó en Mónaco.
Hoy, la escudería a su cargo sigue con el auto dominante de la parrilla y a dos pilotos que viven su mejor momento en F1, pero dados los antecedentes en el manejo interno de situaciones específicas, intentará minimizar cualquier escenario que aumente el riesgo de incidentes entre Pérez y Verstappen a través de un trato justo.
«Creo que es un problema de lujo, en primer lugar. Creo que cualquier director de equipo en la línea de fosos esperaría tener ese problema. Y es algo que hemos experimentado antes», comentó. «Y creo que lo más importante es asegurarse de que la paranoia no entre y que ambos pilotos sean tratados por igual».
«Te esfuerzas por proporcionar igualdad, hasta el punto de quién sale primero del garaje cada fin de semana, se alterna. Incluso se alternan en el debrief quién habla primero. Pero ya saben, son carreras de Fórmula 1, y ocasionalmente sucederá algo como un Auto de Seguridad o una parada en fosos y no puedes controlar todos los aspectos dentro del deporte. Todavía hay variables».
«Mientras los pilotos sepan que ambos tienen las mismas oportunidades y que, en última instancia, depende de lo que hagan en el circuito, ahí es donde quieres que se desarrolle, no a través de la confiabilidad, por ejemplo, para tocar un papel clave en una pelea de campeonato entre sus dos pilotos dentro de su propio equipo».