Por primera vez desde 2011, Mercedes no tiene triunfos en un Mundial de F1 al llegar a un receso de verano.
La fábrica de Brackley se sitúa en tercer lugar general del Campeón de Constructores después de trece fechas, gracias al gran nivel de confiabilidad de sus autos y a la consistencia que Lewis Hamilton y George Russell han logrado.
Aunque se ubica 30 puntos detrás de Ferrari en la lucha por el segundo lugar de equipos y la dupla británica se mantiene en la pelea por el subcampeonato de pilotos, las posibilidades de que alcancen y superen a Red Bull es mínima, siendo la escudería que perdió terreno notoriamente ante el cambio de reglas técnicas.
Toto Wolff, jefe de Mercedes, repasó esta primera mitad de año en el canal de YouTube de la agrupación, caracterizada por ir del punto más bajo a la esperanza de volver a la batalla por triunfos.
«El comienzo de la temporada no fue realmente bueno y no hay otra forma de describirlo, porque si ganas el campeonato en diciembre y luego cuatro meses después, no estás compitiendo con los muchachos en el frente; eso es frustrante», dijo.
«Desde entonces, tuvimos una montaña rusa. Hemos estado en el podio, en casi todas las carreras fuimos fuertes los domingos, pero nunca lo logramos en la calificación, y la brecha era simplemente demasiado grande».
«Así que ahora se trata de tratar de entender qué es y en la segunda mitad de la temporada, con suerte, aumentar nuestro ritmo de calificación y luego poder competir por victorias».
Wolff apunta al marsopeo (porpoising), la serie de oscilaciones verticales cuando los autos van en línea recta, como el motivo principal de la caída del equipo en el orden jerárquico de la F1, ya que impidió desarrollar la aerodinámica del auto durante varias semanas, quedando en desventaja ante Red Bull Racing y Ferrari.
A partir de Barcelona, el grupo técnico logró entender las causas para aplicar soluciones, lo cual se puede reflejar en la PP de Russell en Hungría o los cinco podios consecutivos de Hamilton. Pero esto, a decir de Wolff, no es garantía de que regresarán fácilmente al frente del pelotón.
«Al entrar en el receso, el auto ya no tiene ningún marsopeo», garantizó.
«Pero habiendo dicho eso, nos faltan algunos meses de desarrollo y aquí es donde realmente estamos jugando un juego de recuperación con los muchachos al frente».
Por ello es que el objetivo principal de Wolff, sus pilotos e ingenieros será mantener la cabeza baja y seguir con la serie de avances técnicos para lo que queda del Mundial, al tiempo que buscan terminar con la sequía de triunfos que se remonta a Arabia Saudita, en diciembre pasado.
«No hay muchas cosas que realmente hayan ido tan bien, si admites que nuestra expectativa era luchar por un Campeonato Mundial», expresó. «Pero tenemos que tomar los aspectos positivos. Lo que hemos dicho en el pasado: los días que perdemos son los días que más aprendemos, y creo que esto es lo que pasó».
«Nuestro auto fue realmente difícil. No mejoró a veces, realmente parecía que no mejoraba, y creo que los aprendizajes que hicimos, los aprendizajes difíciles, nos ayudarán durante muchos años».
«Pero también, nuestro lapso no es un solo fin de semana o incluso un solo año. Estamos buscando continuar desarrollando la organización durante dos, cinco y diez años, y para esto, tal vez los aprendizajes y la dureza que tuvimos que sentir este año puede ser beneficioso».