Después de tres temporadas con vaivenes, en Ferrari aseguran estar listos para mantener un nivel competitivo a lo largo del Mundial 2022 de F1, a fin de ser aspirantes a ser campeones.
La última vez que la casa italiana luchó por los títulos de Pilotos y Constructores fue en 2018, cuando Sebastian Vettel y Kimi Raikkönen dieron batalla a Mercedes-AMG, aunque tras el descanso de verano y la etapa europea del torneo, su nivel de rendimiento se estancó, algo que los alemanes aprovecharon para mantener su hegemonía y asegurar sus títulos antes de la última ronda del calendario.
Después, Ferrari estuvo en el centro de la controversia por ilegalidades en la unidad de potencia, ante lo cual llegó a un acuerdo confidencial con la FIA efectivo a partir de 2020, que se tradujo en su peor campaña desde los años 80 cuando acabaron sextos en el ranqueo de equipos.
Pero ahora, tras su mejor arranque en cuatro años, Mattia Binotto asegura que la experiencia reciente les dio una lección de aprendizaje, la cual buscarán aplicar en cada una de las etapas del campeonato.
“Mantener el nivel en una temporada larga es un desafío, no solo para nosotros sino para todos los equipos», comentó el director del equipo a medios. «Es cierto que nuestros competidores tienen un desarrollo muy fuerte; en 2017 y 2018 perdimos un poco de terreno».
«Pero desde entonces, en el diseño de auto, hemos mejorado nuestro túnel (de viento), tecnologías, procesos y simulaciones, por lo que hoy estamos mucho mejor preparados que en el pasado para hacer un buen trabajo con el desarrollo».
«Tenemos un límite presupuestario que afectará la tasa de desarrollo; debemos asegurarnos de tener la política correcta al respecto, ya que podría cambiar las reglas del juego en la lucha por el desarrollo».
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— Scuderia Ferrari (@ScuderiaFerrari) April 2, 2022
Charles Leclerc lidera el Mundial de Pilotos por vez primera en su trayectoria, mientras Carlos Sainz II es sublíder general, mientras que en el certamen de equipos, Ferrari tiene distancia de 40 unidades sobre Mercedes.
En Baréin, la agrupación consiguió su primer resultado de 1-2 desde Singapur en 2019, además de que sus dos pilotos subieron al podio en las dos primeras fechas del Mundial, lo cual no pasaba desde 2001, en la era Michael Schumacher-Rubens Barrichello.
Mucho se atribuye a que fue una de las primeras escuderías en trabajar en el desarrollo del modelo F1-75 de manera anticipada. Pese a que Red Bull Racing tiene un nivel muy similar al de la casa de Maranello, Binotto asegura que el esfuerzo mencionado se traduce en que las brechas en cuanto a rendimiento, en específico el del motor, se erradicaron exitosamente.
No obstante, el desafío que implica administrar sus recursos por el tope presupuestario es un factor nuevo, por lo que no garantiza que su dominio en la pista se refleje en todos los Grandes Premios.
«El año pasado tuvimos desventaja, tratamos de alcanzar y ahora estamos más en línea», expresó. «En las dos primeras carreras, hasta ahora parece que la diferencia es muy pequeña y estamos llegando a una convergencia. Donde era una desventaja para nosotros el año pasado, ya no lo es».
«No es sólo una cuestión de cuándo estaremos listos, sino una cuestión de límites presupuestarios, asegurándonos de que no estamos gastando todo lo que tenemos en las primeras carreras. No esperamos mejoras significativas para la carrera próxima en Melbourne, pero tan pronto como podamos aportar algo, lo haremos».
