Daniel Suárez inicia su temporada 2022 en Copa NASCAR este fin de semana con la Carrera de Campeones (The Clash), que se llevará a cabo en Los Ángeles.
El mexicano hará su sexta temporada de tiempo completo en la categoría estelar de la especialidad, siendo también su segunda con Trackhouse Racing, equipo que se transformó en el invierno.
Su jefe Justin Marks adquirió a operación que Chip Ganassi tenía en la serie hasta el año pasado, incluyendo inventario, camiones de transporte y el taller ubicado en Carolina del Norte; además, traspasó a su nómina a empleados de Ganassi y mantuvo patrocinadores varios de ese programa, lo cual le permitirá tener un segundo auto con Ross Chastain como coequipero del regiomontano.
Tras meses de pruebas con el auto de generación nueva (Next Gen) que debutará este mismo fin de semana, Suárez inicia actividades de manera oficial en un escenario particular: el Estadio Coliseo de Los Ángeles, a donde se trasladó la Carrera de Campeones que no otorga puntos, pero sí inaugura formalmente la campaña.
«Ha sido un proceso», comentó Suárez. «Uno disfruta el tiempo de descanso y desde mucho antes comienzas a tener juntas, entrenamiento; después empiezas a probar, después tienes el trabajo de producción y medios, ves los días hasta que comenzamos a acercarnos y no puedes esperar».
«Con el Clash este año, es un poco más temprano que antes, lo cual pienso que es algo bueno».
Un diseño maravilloso 😍
El Día de los Muertos casco de @Daniel_SuarezG es uno de los mejores en #NASCAR. 🇲🇽 pic.twitter.com/zqEtFkUkY6
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Siendo un proyecto que nació el año pasado, Suárez, Marks y Chastain tienen la meta de capitalizar ante la revolución de NASCAR para 2022 porque el auto nuevo busca crear más paridad y, a través de la estandarización de elementos múltiples, atraer interés externo, tal como lo demuestran los casos de Floyd Mayweather II, Michael Jordan y el mismo Dana White, presidente de UFC que alcanzó un acuerdo de mercadotecnia con Trackhouse.
No obstante, el escenario de este domingo podría no ser el indicativo más exacto para analizar su nivel de inicio de año: el Clash se realizará en un óvalo de un cuarto de milla que se construyó en el campo de futbol americano del Coliseo, sede de dos Juegos Olímpicos y dos Súper Tazones.
VER: Formato de competencia del Clash en el Coliseo de Los Ángeles
Es la primera vez que el evento se realiza fuera de Daytona Beach, Florida, desde su estreno en 1979; en esta ocasión combinará el espectáculo en pista con el musical, gracias a la presencia de Pitbull (socio de Trackhouse) en la cartelera de conciertos de la jornada.
El formato de carreras calificatorias y el margen de error mínimo (los óvalos convencionales más cortos miden media milla) crearán mucha incertidumbre.
«Esto será algo», afirma Suárez. «Nadie sabe realmente qué esperar. Pienso que será muy salvaje. Todos tendrán una agenda diferente. Si estás un par de lugares afuera (del corte para avanzar a la estelar) y sólo tienes pocas vueltas restantes, harás lo que sea para avanzar. Tienes que ir, no puedes esperar. Será interesante».
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«Anticipo que habrá muchas banderas amarillas. Anticipo que la línea interna será la mejor y la (regla de la) elección del cono será realmente importante por dónde te formas en los reinicios. Si tomas la externa, pero más cerca al frente, podría ser difícil ir a la interna».
«Será una carrera divertida y loca, pero les garantizo que cuando esas carreras inicien, sabremos lo que tenemos que hacer e iremos a hacerlo».
Después de la vista a Los Ángeles, todo estará listo para concentrarse en las «500 Millas de Daytona», a disputarse el domingo 20 de febrero, pero con actividad preliminar durante toda la semana previa.