Gabriel Aubry es el primer piloto en dar positivo a pruebas de COVID-19 dentro del paddock del WEC, en el marco de las «6 Horas de Spa-Francorchamps».
Ayer jueves, la categoría identificó como un caso sospechoso al piloto francés, quien compitió con Algarve Pro Racing en el compromiso de la European Le Mans en el circuito belga y que este fin de semana manejaría para Jackie Chan DC/JOTA Sport, en el auto No. 37, en la clase LMP2.
Este viernes, la categoría informó que el francés dio positivo en su segundo examen, por lo que él, tres miembros de JOTA, 16 de Algarve Pro, tres especialistas de Goodyear y un mecánico de Rebellion Racing fueron puestos en cuarentena hasta que se hagan pruebas PCR.
No se especificó si los mecánicos de JOTA son exclusivamente del No. 37 o laboran en el No. 38, en el cual participa el mexicano Roberto González.
“Cuando me informaron de que alguien a quien había visto recientemente había contraído COVID-19, inmediatamente decidí someterme a una prueba en mi casa en Francia», explicó Aubry. Dado que nunca he tenido ningún síntoma, volví a Spa Francorchamps. Poco después de llegar me informaron que la prueba había dado positivo.
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“A WEC, JOTA y Algarve Pro se les informó de inmediato y seguí sus procedimientos de seguridad, incluido un encierro completo en mi habitación de hotel. Se ha realizado una segunda prueba en Spa con un resultado positivo similar».
“Estoy profundamente triste y lamento que mis compañeros de equipo (Ho-Pin Tung, Will Stevens y su reemplazo Ryan Cullen) no puedan luchar junto a ellos este fin de semana. Les deseo todo lo mejor para esta carrera, y mientras tanto continuaré siguiendo el procedimiento del WEC y espero estar de regreso para la próxima ronda de ELMS».
En total, tres de los miembros de Algarve Pro también arrojaron resultados positivos (Aubry y otros dos miembros), por lo que la escuadra completa, que tenía a John Falb, Simon Trummer y Jon Lancaster como titulares, también está en aislamiento y no competirá en las «6 Horas de Spa» de este sábado. Los casos en cuestión son asintomáticos.
La gente que se puso en contacto con Aubry también está en encierro, sin permiso para acceder al paddock y con la encomienda de realizarse una prueba de COVID-19 en los próximos días.
A su vez, se crearon «burbujas» dentro del paddock del WEC, con el objetivo de reducir el contacto físico entre personas.
