Chase Elliott retomó la tradición familiar de ganar el trofeo de «Piloto Más Popular» de la serie NASCAR, otorgado por la Asociación Nacional de Prensa de Deporte Motor.
Durante la premiación anual que se celebró este jueves en Las Vegas, se oficializó la condecoración para el integrante de Hendrick Motorsports, quien es uno de los rostros más representativos de la nueva generación que se ha adueñado de la categoría en los últimos años.
«Definitivamente es un honor», expresó en su discurso. «Solo al ver la llama en la pista de carreras, y lo encendida que la gente estaba al verme a mí y al equipo hacen bien a lo largo de la temporada. Probablemente para mí es la pieza más grande de ello».
El premio ha quedado en manos de dos familias desde 1985, a excepción de 1989 y 1990. Bill, padre de Chase y ex campeón de Cup, logró el récord de 16 menciones de honor, mientras Dale Earnhardt recibió la distinción póstuma en 2001. Su hijo, Dale Earnhardt Jr., fue honrado en 15 ocasiones consecutivas, desde 2003 hasta el año pasado, cuando se retiró.
La herencia familiar, junto con el protagonismo que ha acumulado con el paso del tiempo, dieron como resultado que Chase se adjudicara el trofeo, después de un año en el que logró sus tres primeras victorias en Cup, alcanzando las semifinales y terminando en sexto lugar del campeonato.
Esta fue la novedad principal de los eventos y celebraciones de la semana, en la que se llevó a cabo la «Semana de Campeones», colocando punto final a la temporada de NASCAR y se rindió tributo al campeonato de Joey Logano.
Otros pilotos que recibieron premios fueron Kurt Busch, por ser el piloto con más PP en el año; Doug Yates, quien junto con Ford ganaron 19 carreras puntuables; Kevin Harvick, mejor reiniciador; Todd Gordon, ingeniero campeón; y William Byron, «Novato del Año» de la categoría.