Concluyó de manera exitosa la intervención quirúrgica de columna vertebral a la que fue sometida Sophia Floersch, luego del accidente que sufrió este domingo en el Gran Premio de Macao.
Inicialmente, en conferencia de prensa, los médicos que atendieron a la alemana en el hospital local aseguraron que ella presentó signos vitales estables y sus extremidades se mantuvieron activas, pero después fue Frits Van Amersfoort, el dueño del equipo para el que ella corría, quien confirmó que no existe riesgo de parálisis.
«Todo funciona bien y está en orden. La parálisis era nuestro principal miedo, por ello la operación debía ser realizada con urgencia porque había riesgos de que dañara su columna vertebral», dijo a BBC World Services.
«Estamos extremadamente contentos de que se esté recuperando y todo ha salido extremadamente bien. No hay temor sobre una parálisis».
Floersch, de 17 años de edad, protagonizó un golpe violento en la competencia estelar del fin de semana en la que su monoplaza tuvo un contacto con Jehan Daruvala en el final de la segunda recta de circuito callejero, provocando la rotura de sus suspensiones y quedando sin posibilidad de frenar. Al llegar a la Curva Lisboa a 276 kph, se encontró con el coche de Sho Tsuboi y salió proyectada hacia una zona de fotógrafos.
En el proceso, dos fotógrafos resultaron heridos; aunque Hiroyuki Minami recibió el alta médica, su colega Chan Weng Wang fue diagnosticado con un hígado lacerado, por lo que seguirá bajo observación por 10 días. El oficial de pista Chan Cha tuvo una fractura de mandíbula, aunque será liberado durante esta semana. Tsuboi también fue dado de alta del centro médico.
El diagnóstico de Sophia, quien compitió este año en la F3 Europea, fue una fractura de columna, por lo que se utilizó parte de su hueso de cadera para reparar una de las vértebras durante la cirugía. El plan es que permanezca en el hospital por al menos dos semanas.