Tal parece que la única posibilidad de ver a un estadounidense en la Fórmula 1, o por lo menos en sus categorías de desarrollo, se ha desvanecido.
Santino Ferrucci pasó de ser la siguiente promesa de la Unión Americana en la Máxima Categoría, la primera desde Alexander Rossi, a protagonizar una de las noticias más controvertidas del año, ya que casi todas sus puertas para seguir en la Fórmula 2 están prácticamente cerradas.
El originario de Connecticut iba con un lento progreso en la antesala de la Fórmula 1; tras finalizar sexto en la Carrera Sprint de Azerbaiyán, volvió a sumar puntos hasta las dos competencias en Austria. En el proceso, también cumplía sus obligaciones como piloto de desarrollo de Haas F1 Team, su opción más lógica para el futuro a corto y mediano plazo dentro del Gran Circo.
Pero en Silverstone, de manera inexplicable chocó contra su coequipero del equipo Trident Motorsport, Arjun Maini, después de la bandera a cuadros, lo que le generó una multa de 60 mil euros y su suspensión para las carreras de Hungría y Bélgica.
A pesar de su disculpa pública, en las que argumentó «un lapso mental», el daño estaba hecho y seguía aumentando. La Fórmula 2 le impuso multas adicionales por manejar sin un guante en el paddock del circuito de Gran Bretaña; no solo eso, en la mano descubierta sostenía un teléfono móvil.
Además, Trident mostró casi a la brevedad su postura a favor de Maini, rechazando la «conducta incivilizada y falta de deportividad» de Ferrucci; este miércoles, el equipo oficializó el término del contrato con el piloto de 20 años de edad, listando más razones que no hacen más que desfavorecer su reputación.
«Desde el inicio del campeonato, el piloto justificó su retraso en los pagos con la supuesta falla de sus patrocinadores para cumplir sus obligaciones», dice el comunicado del equipo.
«Parece extraño que, a pesar de ese tipo de problemas, Santino Ferrucci tuviera los recursos necesarios para ingresar a la carrera de INDY (IndyCar) en Detroit del 1 al 13 de junio mientras, al mismo tiempo, no estaba honrando su acuerdo con Trident Motorsport».
Tampoco hay defensa ante tal motivo. Dale Coyne, quien fue el propietario que lo recibió en la serie estadounidense, explicó en su presentación que su agente Julian Jakobi, quien ha trabajado con campeones como Ayrton Senna, Alain Prost y Dario Franchitti, fue quien le propuso correr en la fecha doble en el parque de Belle Isle, aprovechando la ausencia del lesionado Pietro Fittipaldi.
Sin embargo, los resultados ahí tampoco fueron lo esperado, al accidentarse en la primera carrera y finalizar en 20° lugar en la segunda. No se salvó de las críticas de rivales como Spencer Pigot, ex campeón de la Indy Lights, quien abandonó en la segunda jornada tras recibir un golpe de Ferrucci.
«Es desafortunado cuando pilotos vienen a la serie y hacen cosas tontas como esa, porque ellos no respetan que todos nosotros estamos aquí corriendo cada fin de semana por el campeonato», dijo en ese fin de semana.
Sin asiento en la F2, con su suspensión que durará hasta fin de agosto, el futuro dentro de Haas pendiendo de un hilo (ya que la postura oficial al momento es que están revisando la situación), sin mucha reputación para rescatar y, además, sin el respaldo de Jakobi, ya que al parecer la agencia GP Sports Management también cortó sus relaciones, el futuro de Ferrucci en las categorías estelares de Europa, y quizá de Estados Unidos, parece que se esfumó.
Mientras Trident ejerce acciones legales, por ahora, la representación estadounidense en las categorías de monoplazas en Europa tiene un futuro a corto plazo muy incierto.