Max Verstappen peleó por el tercer lugar con Valtteri Bottas en las primeras etapas de la carrera en Mónaco, hasta que ambos entraron a fosos y fueron rebasados por el coequipero de Verstappen en Red Bull, Daniel Ricciardo, quien se quedó fuera cinco vueltas más que ellos y finalmente terminó tercero.
Verstappen ventiló su frustración en la radio del equipo y dejó claro a la televisión holandesa después de la carrera que estaba «increíblemente decepcionado» con lo sucedido.
El jefe del equipo, Christian Horner, explicó que el ritmo de Sergio Pérez en supersuaves, que paró en fosos en la vuelta 16, fue tomado en cuenta para la parada de Verstappen en la vuelta 32.
«Vimos el ritmo de Pérez tras su salida de fosos, que había sido bastante impresionante, y en lugar de simplemente quedarnos atrás de Valtteri y no intentar nada, pensamos ‘OK, viene un poco de tráfico'», por ello arriesgaron y metieron a Max a fosos, dijo Horner.
El jefe de Red Bull dijo que Verstappen aceptó la explicación del equipo el domingo por la noche.