La actual normativa obliga al líder del campeonato a correr primero en las rutas el viernes y sábado del WRC, perjudicando seriamente el progreso en tierra seca.
El ex director del equipo de Ogier, Jost Capito, advirtió a principios de este año que era un fracaso cambiar la regulación, y que probablemente eso enviaría a Ogier al retiro.
El miércoles en una reunión de la Comisión del WRC en París se ha decidido que el orden de marcha para el próximo año dejará el líder del campeonato, salir primero sólo en el día de la apertura.
Pero el sábado y el domingo, los coches se alinearán en orden inverso a la clasificación, de la misma manera que lo hicieron en 2014.
Esa decisión está destinada a causar aún más controversia, ya que muchos favorecieron el sistema de este año que consiguió seis ganadores distintos en seis rallies y esa fue la confirmación de que los cambios habían funcionado.
Ogier, por su parte se encargó de demostrar que los cambios no habían funcionado ya que con dos rondas por correrse consiguió su cuarto campeonato consecutivo.