El día de ayer, 26 de octubre, la prensa internacional experimentó una probadita de México. Más de 20 periodistas de alrededor del mundo, especializados en Fórmula 1, se embarcaron en una expedición a las pirámides de Teotihuacán.
El grupo contaba con integrantes que venían de Suiza, Gran Bretaña, Dinamarca, Italia, Polonia y hasta Japón, entre otros, y el evento fue planeado por CIE, empresa que organiza el Gran Premio de México.
Los periodistas salieron del hotel rumbo a las pirámides a las nueve de la mañana, liderados por una empresa familiar de guías locales llamada Gorila’s Tours, con Tlahuizcalpantecutli, conocido como el Gorila, y su hijo Tonatiuh al frente de la expedición y contestando las preguntas de los extranjeros en un ambiente divertido y relajado que gustó mucho a los invitados.
Se les dio la bienvenida al sitio arqueológico con una ceremonia de voladores de Papantla que muchos aprovecharon para grabar con sus celulares. Acto seguido comenzó el recorrido por las pirámides, con Gorila a la cabeza.
Entre los asistentes estuvieron Jo Ramírez, ex coordinador del equipo McLaren, y Marc Surer, ex piloto de F1 y actual comentarista televisivo suizo.
Las pirámides del Sol y la Luna y sus largas escaleras no detuvieron a la mayoría de los periodistas, muchos de ellos llegaron hasta arriba, a pesar del calor y los fuertes rayos del sol, a los que no todos estaban acostumbrados.
Una vez que terminó la expedición en el sitio arqueológico, el recorrido continuó con un ritual de purificación tolteca en una cueva cercana a las ruinas, seguida por una parada educativa en la que se explicaron los proceso para obtener bebidas del maguey y cómo se elaboran artesanías locales, y una cata de tequila, pulque y mezcal.
El día cerró con una comida casera de platillos mexicanos, elaborada por la familia de los guías: sopa de tortilla, tlacoyos, fajitas de pollo y de res, quesadillas y arroz con leche. Después del postre, los periodistas pudieron presenciar una danza azteca montada por Gorila y todos los miembros de su familia, incluso los más pequeños.
Los periodistas se fueron con las panzas llenas y divertidos tras un día en uno de los lugares más emblemáticos de nuestro país.