Los equipos de F1 están evaluando la idea de permitir a los equipos no fabricantes usar un tipo de motor distinto a partir de 2017. Los fabricantes no quieren que la F1 deje las unidades actuales V6 turbo y se analizan otras ideas para reducir los costos.
Una idea considerada es que los fabricantes sigan desarrollando los motores existentes mientras que los equipos clientes puedan usar V8 más baratos o turbo con menos tecnología –léase sin ERS– que los de los equipos oficiales. Esto requeriría introducir reglas de equivalencia para permitir que todos los motores puedan ser competitivos.
La directora de Sauber, Monisha Kaltenborn, dijo “Como equipo cliente, para nosotros el factor más importante en los motores es el costo. Los motores solían ser los que más subían los costos y pudimos controlarlos durante muchos años. Pero, desafortunadamente, ahora estamos de regreso a esa situación, lo cual no es algo muy sensible”.