Después de un dramático segundo día de competencia, en el que cinco pilotos abandonaron la justa – incluidos Sebastien Ogier y Andreas Mikkelsen del fabricante alemán – el piloto británico fue capaz de mantener la calma y administró la ventaja de casi un minuto que logró abrir, para adjudicarse la victoria y liderar el 1-2 que logró Citroën en la dura prueba que significaron los caminos argentinos.
Después de recorrer 45 de los 51.99 kilómetros de la maratónica segunda etapa, Ogier se detuvo después de perder potencia, pues un problema en el sistema de combustible dejó de alimentar a uno de los cilindros, por lo que tuvo que ser llevado a la asistencia en grúa, perdiendo toda posibilidad de victoria.
Esto fue bien aprovechado por Meeke, quien después de que Jari-Matti Latvala, se retrasara y cayera al tercer sitio por un problema en la transmisión, manejó impecablemente las circunstancias para lograr el triunfo.
Las complicaciones de Latvala también beneficiaron a Mads Ostberg quien logró colocarse segundo a pesar de batallar con la fiebre, puesto que aseguró en la penúltima etapa tras el abandono definitivo de Jari-Matti exactamente por el mismo problema de Ogier, lo que aseguró el 1-2 del constructor francés, dejando a Volkswagen sin un solo representante en el podio.
Aprovechando también la avalancha de problemas, incluido el de índole eléctrica que afectó a Dani Sordo con quien tuvo una gran batalla por la posición, Elfyn Evans logró completar el podio a pesar de correr en la Power Stage con la suspensión dañada. Esta etapa final le dio el premio de consolación a Ogier al llevarse tres puntos.
La próxima fecha de las serie se llevará a cabo en Portugal, del 11 al 14 de junio.
Foto: Citroën Racing.