SIEMPRE SALE A DISCUSIÓN CUÁL ES EL DUELO MÁS EMOCIONANTE DE LA HISTORIA DE LA FÓRMULA UNO Y LE TOCA A MARCELO ASSAF DILUCIDAR LA CUESTIÓN CON UNA BATALLA QUE JUSTO CUMPLE 35 AÑOS EN JULIO
No estaba en los cálculos de nadie y lo más increíble es que se trataba de la lucha por el segundo lugar. El sexagésimo quinto (65) Gran Premio de Francia se recuerda por la primera victoria de la firma gala Renault tras su regreso a la F1 en 1977 con un motor turbocargado. Renault había dominado las calificaciones de muchas pruebas, pero no lograban la confiabilidad necesaria para llegar al final de la contienda con ventaja, pero en el aire se respiraba ambiente de triunfo, por lo cual el autódromo de Dijon-Prenois se vistió de fiesta como pocas veces en la máxima de las categorías.
A falta de un campeón propio, para los franceses fue un regocijo enorme ver ganar por primera vez al local Jean Pierre Jabouille sobre su Renault RS0 Turbo, en lo que fue el primer triunfo para ambos –piloto y equipo–, completando la tercia francesa hacerlo calzando neumáticos Michelin. Día completo para Francia, además en el mes de la patria hace 35 años.
Jabouille calificó en la posición de privilegio, aunque en la largada fue superado por Gilles Villeneuve sobre el Ferrari 312 T4, pero en la vuelta 46 recuperaría el liderato sin soltarlo más hasta cubrir las 80 vueltas pactadas al trazado. Gilles le dio un pico de espectacularidad a la carrera porque era uno de los animadores del campeonato, ya que trataba de acercarse a su coequipero y líder del campeonato, el sudafricano Jody Scheckter, quien iba retrasado y al arribar séptimo no sumaría en la tabla de pilotos. La jornada tendría a un protagonista inesperado porque René Arnoux, quien inició segundo y perdió algunos lugares, tuvo una remontada loable al colocarse tercero en la vuelta 20 y recortar la ventaja del Ferrari.
Faltando unas vueltas para el final rebasó a Villeneuve, quien sacó a relucir su por entonces ya conocido estilo de piloto indomable para volver al segundo puesto. Y comenzaron ambos un hermoso concierto donde se superaron en incontables ocasiones, cruzando los autos con toques de ruedas donde no ponían en duda la lealtad conductiva, bloqueadas que desprendían humo, derrapes en la recta, en las curvas o donde fuese. Por momentos viajaban como si los uniera un imán.
Faltando dos vueltas parecía que el sitio se lo llevaba René, pero hubo una última reacción de Gilles apoderándose de la segunda plaza como si fuera el título mundial. Solo los separaron 24 centésimas, y Arnoux incluso logró el récord de vuelta en la 47 con 1’09.16” a un promedio de 197.802 kph para hacer más gallarda su derrota.
Los integrantes de Renault lloraban de la alegría por tan importante día, y en casa, mientras tanto en el podio reinaba la cordialidad sin caras largas, algo inimaginable en otras ocasiones. De esta manera Jabouille y Arnoux sumaron sus primeros puntos del año (para el vencedor serían los únicos de 1979), y Villeneuve quedó a cuatro unidades de Scheckter, quien al final de la campaña se coronaría campeón. Y posteriormente los dos hablarían del duelo como algo natural de las carreras, nada excepcional, pero no es así como la historia lo recuerda.
“Desde la mitad de la carrera en adelante comencé a tener problemas con los neumáticos. Jabouille ya me había pasado y Arnoux se me acercaba. Arnoux y yo llegamos a las últimas vueltas muy juntos, su auto andaba mejor, pero siempre creí que un piloto puede andar un poquito más bajo en determinadas circunstancias, y esa lo era. El único problema es que estoy seguro que él también piensa eso o lo pensaba en ese instante. Por eso hubo momentos en que los dos tratamos de ocupar el mismo lugar en el mismo momento y se produjeron los toques. No fue nada intencional o difícil de entender. Cada uno trataba de ganar el lugar con todo lo que tenía…”
Gilles Villeneuve, protagonista por parte de Ferrari
“La gente se impresiona porque no está acostumbrada a ver ciertas escenas. Los que asisten a las carreras de Fórmula 2 y 3 no se sorprenden por ciertos rebases, porque estas situaciones definen la bravura. El riesgo siempre es bastante calculado. Cuando sucede cualquier incidente es porque hay un imprevisto, o por un error o porque la máquina falla. Nuestros autos son construidos para andar rápido, para frenar velozmente para intentar los rebases al limite.”
René Arnoux, protagonista por parte de Renault
“No hay que espantarse. Son dos leones jóvenes jugando y dándose zarpazos”
Mario Andretti, campeón mundial de 1978
Si quieres ver por qué los expertos consideran este el mejor duelo de la F1, metete a: http://www.youtube.com/watch?v=cOdHUsOqt8c