Rodrigo Peralta regresa a Ford y Tame Racing a los reflectores
El equipo Tame Racing es uno de los de más tradición en la historia de México, desde los años 60 cuando eran el equipo de los Mustang Shelby que corrían pilotos como Guillermo Rojas y a finales del siglo incluso se atrevieron a proyectar y construir un prototipo (clase C2) para México en su autoclave propio para fibra de carbono y crear un campeonato específico para correrlo. Y han sido los portaestandartes –por no decir los únicos– de Ford en la serie premier mexicana, la NASCAR.
Aunque los reflectores acaparan los tres equipos, el Telmex, el Telcel y el Canel’s, y colocaron a cinco pilotos –Daniel Suárez, Rubén Rovelo, Toño Pérez, Rubén García M. y Rafa Martínez– entre ellos en el Desafío al cerrar la fecha 10 de la serie, Peralta siempre estuvo entre los punteros y calificó con José Luis Ramírez y Homero Richards como pilotos de equipos unitarios, listo a dar la sorpresa. Pero el que no pasó al Desafío fue el campeón reinante, Jorge Goeters, pagando el noviciado de su equipo nuevo, mientras que Rubén Pardo y Hugo Oliveras también clasificaron entre los 10 mejores para la liguilla final de cinco fechas.
Rodrigo ganó la tercera fecha, del Desafío, en Aguascalientes, para tomar la punta y aunque Daniel Suárez fue el más veloz –cuatro PPs y tres triunfos en el año– otra vez la fecha 14 determinó que llegara en desventaja a la final y su triunfo no alcanzara para coronarse. Rodrigo manejó al cuarto sitio y quedó arriba por ocho tantos (1198) sobre Daniel (1190). Fue su tercera campaña en la NASCAR México, tras haberse coronado en la Stock V6 en 2010. Dada la añeja tradición de los Peralta con los Tame –su papá, Luis, fue campeón con ellos en turismos hace más de dos décadas– podríamos estar viendo a uno de los pilotos jóvenes que serán protagonistas en México en la década siguiente, más el renacer de un equipo –y marca– de añeja tradición.
2013 fue el primer año del Desafío, mismo que funcionó bien y será cuestión de refinarlo en el futuro para consolidarlo.
