Scott Dixon fue multado con $30,000 dólares y puesto a prueba por la serie IndyCar tras pedir que el director de carreras de la serie, Beaux Barfield, sea despedido, y por criticar públicamente al equipo Penske y a su piloto Will Power.
La multa, que según IndyCar fue porque el neocelandés usó “lenguaje impropio, profano o en demérito al referirse a los directivos”, puede ser rescindida a cambio de apariciones promocionales para la serie.