Acura RDX: en equilibrio

En equilibrio

Uno de los mejores representantes del «mundo SUV» está ahí, en silencio, sin hacer mucho ruido cuando en realidad debería de presumir lo que muchos de sus rivales no tienen: un balance perfecto.

¿Por qué? La respuesta es larga pero simple en verdad. Primero el diseño. No es nada del otro mundo, no es extravagante ni parece sacada de un cómic o de una película futurista; tampoco parece coche de rapero ni de boxeador. Reúne de forma acertada ciertos aires de deportividad con algunos toques elegantes, sin recargo en ninguno de los dos. Y si bien no es el modelo más joven de la marca, luce actual e incorpora decididamente el nuevo lenguaje de diseño de la marca nipona, evidente en faros, fascias, parrilla, rines y demás elementos.

Por su parte, el interior nos recibe con un ambiente de mucha calidad, más en ensambles que en materiales. Y es que si bien no podemos hablar de ninguna falla en tales aspectos, los plásticos y algunas superficies no son tan tersas como las que encontramos en sus contrapartes premium alemanas, léase Audi Q5, BMW X3 o M-B GLC; es más acorde a lo visto en rivales de Lincoln y Cadillac, por ejemplo.
Pero compensa en otros aspectos, como el increíble aprovechamiento del espacio interior (algo habitual en Honda), la excelente posición de manejo, los extraordinarios asientos delanteros -enormes, cómodos y con gran sujeción lateral-, la buena visibilidad, y el equipamiento al que no le falta nada, ni en materia de infoentretenimiento ni seguridad.

Hay vestiduras de piel, asientos con ajustes eléctricos, calefacción, ventilación y memoria; pantalla con navegador, climatizador bizona, sistema de audio ELS con 10 bocinas y subwoofer, quemacocos, faros LED, aviso de cambio de carril involuntario, monitor de punto ciego, rines de 18″, entre otros.También se anota una muy buena calificación en desempeño dinámico. Si bien está construida sobre la plataforma de la CR-V anterior, el manejo es comparable al de un sedán de carácter deportivo. Y no es que sea imbatible como una Porsche Macan, pero sorprende lo bien que responden cada uno de sus componentes. La dirección apunta muy bien, el chasis no permite inclinaciones excesivas en curva, y se percibe una marcha segura aunque el camino sea demandante.

A esto se suma un motor V6 de 3.5 litros que entrega 279 caballos, una cifra muy superior al anterior turbo de 4 cilindros. Curioso que la tendencia actual sea justamente lo que ofrecía la RDX antes: motor pequeño sobrealimentado. Pero el cambio se agradece, pues gracias al torque abundante y a que la caja automática de 6 cambios está bien escalonada, la respuesta es inmediata, aderezada con un sonido gutural muy agradable que ya poco se escucha en el segmento.

Otro aspecto que agradecemos del motor es que, dependiendo de las condiciones de manejo, puede funcionar con 3, 4 o 6 cilindros, lo que contribuye a que el consumo se reduzca en el mediano plazo y se consigan cifras promedio que puede alcanzar los 10 kpl, buenos para el tamaño del motor y el peso total del coche. Este motor es de la familia J35A, nacido en 1999, y que ha ido puliéndose al paso de los años para ganar potencia y eficiencia, gracias a sistemas como la inyección directa y la desactivación selectiva de pistones. Y lo mejor es que, con menos de 4.7 metros de largo, es una camioneta fácil de maniobrar y estacionar en ciudad. Una alternativa que resulta más atractiva que la mayoría de las SUV de marca generalista (obvio, ésta es premium) por manejo, potencia, equipamiento, confiabilidad mecánica y, muy importante en éstos tiempos, una imagen discreta.

ACURA RDX

Lo bueno

Sensación general de solidez, calidad de marcha, empuje y sonido del V6, nivel de equipamiento, imagen discreta.

No tanto

El consumo se dispara si no cuidamos el acelerador, gama muy reducida sin opciones ni versiones.

Precios

Acura RDX: $655,900 pesos