Los prototipos grandes quedan fuera de los 12 primeros; Luis y Ricardo, en segundo absoluto.
Eddie Townlon
La fecha callejera de Baltimore fue restringida a dos horas y cuando los equipos llegaron el viernes, la famosa chicana de la calle Pratt no existía, pero pronto se vio que era necesaria y se reconstruyó esa noche.
El sábado estaba lista para la carrera, en la cual se preveía una victoria más desde la PP para la dupla de Pickett Racing –Luhr y Graf– pero no fue el día para los prototipos grandes, que copaban los primeros tres sitios de la parrilla. La dupla mexicana de Luis ‘Chapulín’ Díaz y Ricardo González, calificó sexta (tercera en la clase LMP2) y estaban listos para apoyar a sus coequiperos Tucker y Bouchut, quienes arrancaban en la punta de clase (cuarto general).
Luhr tomó la punta en cuanto se dio la verde el sábado en la tarde, pero el Lola LMP1 de Marsal le pegó al auto de Ricardo y otros más en la primera curva y causó la primera amarilla, aunque los daños son menores en todos los casos.
La amarilla duró 17 minutos y Luhr se escapó en cuanto se reanudó la carrera y Ricardo paró para ver daños, pero siguió segundo en clase y avanzando luego al primero atrás de Luhr, hasta que este chocó en el giro 26 y dejó al mexicano en la punta global.
Ricardo duró ahí 10 giros hasta que paró a los 63 minutos de carrera para dejarle el auto al ‘Chapulín’ quien recuperó la punta cuando sus rivales pararon, para el giro 43. Luis era el más rápido en clase, pero vino una amarilla y su compañero Bouchut-quien corre con el dueño de la escuadra Level 5, Scott Tucker y ambos lideran el campeonato– lo alcanzó y circularon juntos a esperar la reanudación. Cuando se dio la nueva verde, Luis dejó pasar a Bouchut por órdenes de equipo y así se fueron otros 19 minutos hasta recibir la de cuadros en el 1-2.