FOTO: BMW Motorsport

«Cuando me desperté y me di cuenta que ya no tenía piernas, no me pregunté: ‘¿Qué es lo que voy a hacer sin piernas?’ En lugar de eso, pensé: ‘Está bien, ¿qué es lo que necesito hacer para poder hacer todo lo que quiero sin piernas?'».

Esto es lo que Alex Zanardi comparte al pensar en aquel 15 de septiembre de 2001, cuando sufrió su accidente espeluznante en el óvalo de Lausitzring, Alemania, y en el que a su vez comenzó a forjarse una de las historias más inspiradoras de nuestra generación.

El italiano, quien este fin de semana participa en las «24 Horas de Daytona», escribe una nueva hazaña en la que la sociedad en general, no solo la del automovilismo o la del deporte, ha quedado asombrada, ante la resiliencia y perseverancia que una y otra vez ha demostrado.

«La gente temía de que algo me pasara; sin embargo, si me rompo una pierna, todo lo que necesito es un destornillador para repararla», explicaba, a tono de broma, durante esta semana. «Cuando tenía que hacerme las revisiones médicas para obtener mi licencia, ellos realizaron exámenes innumerables».

«Sentía que ellos estaban buscando una excusa para decir ‘Lo siento, no puedes hacerlo’. Cuando ellos revisaron mi cabeza, yo les dije: ‘Escuchen, perdí mis piernas en el accidente, ¡no la cabeza!'».

Este es el BMW M8 GTE con el que Zanardi afrontará su primera carrera en Norteamérica desde 2001 (FOTO: BMW Motorsport)

Cuando hay espíritu, cualquier sueño se puede cumplir, dicen. Fue así como, apenas dos años después de aquel episodio, Zanardi regresó a las competencias, participando en el Campeonato Europeo de Turismos.

Desde entonces, ha ido paso a paso con BMW en un camino de 16 años que lo ha visto correr en el WTCC y cautivar en el DTM, pasando por el Blancpain GT. Ahora, debutará en el IMSA-SCC, con una serie de elementos técnicos desarrollados para que su experiencia de manejo sea eficiente y cómoda, así como las implementaciones en los modelos que ha pilotado.

VER: El sistema de manejo que Zanardi utilizará en Daytona

Ahora, después de innumerables rondas con la prensa y de sentir el cariño inagotable de aficionados, pilotos y ex pilotos, llegó el momento de concentrar su atención en la prueba de resistencia más importante de Norteamérica.

«Como aficionado de las carreras, lo cual es lo que soy y siempre he sido, estoy super emocionado», aseguró. «Estoy viviendo un sueño. Esperaba mucho apoyo de los aficionados y mis amigos en Daytona, pero en el ROAR (el entrenamiento de pretemporada), todo fue más allá de las expectativas. Vamos a asegurarnos de tener un buen auto de carreras y que podamos ejecutar consistentemente. Comenzaremos desde ahí».

Zanardi arrancará, junto con sus coequiperos John Edwards, Jesse Krohn y Chaz Mostert, en la séptima posición de entre los nueve inscritos en la división GTLM, con el M8 GTE No. 24 de Rahal Letterman Lanigan Racing.