El híbrido nipón bate al germano, pero Audi es campeón.

Peter Meadow

Toyota llegó a China como gran favorito pues las curvas cerradas no son buenas para el Audi híbrido por la regla de no poder aplicar potencia adicional debajo de 120 kph, lo cual dificulta mucho salir de todos los virajes lentos y rebasar en tránsito pesado, principalmente a los GTs. El pronóstico se cumplió y Alex Wurz le dio a los nipones otra PP, y eso fue todo lo que necesitaron para irse al frente desde la arrancada y empezar a dejar atrás a sus rivales germanos, que tenían a sus dos tripulaciones disputando el campeonato de pilotos entre ellas.

Por Toyota arrancó el francés Lapierre, quien puso un ritmo muy rápido y para la primera parada tenía 20 segundos de ventaja sobre el Audi de Kristensen, y necesitaba el doble para compensar la parada adicional del híbrido de gasolina de Toyota, con mayor consumo que el turbodiésel de Audi. Lo consiguió para la segunda detención y atrás la tercia Treluyer/Fassler/Lotterer seguía a sus coequiperos en el segundo Audi a poca distancia, con la ventaja en los puntos.

Sin embargo, Fassler tuvo un incidente con un prototipo LMP2 y perdió tiempo por lo que sus copilotos decidieron jugar seguro y se mantuvieron en tercer sitio sin atacar más simplemente buscando acabar para coronarse, lo cual lograron, 100 segundos detrás de los ganadores. El otro Audi intentó, pero aún así acabó a casi un minuto del Toyota y se conformaron con el segundo sitio entre los pilotos 2012.

Entre los autos privados ganó el Lola de Rebllion, pero el segundo auto, pues el de Jani y Prost tronó a 20 minutos del final cuando lideraba. En la LMP2 ganó el equipo ADR-Delta con su ORECA y el mexicano Ricardo González fue octavo en clase (15° general). La GTE Pro fue la primera victoria para el Aston Martin Vantage, que así aseguró el subcampeonato 2012 y en la GTE Am se coronó el Corvette de Larbre Competition con su tercer triunfo del año.