Toro Rosso nunca ha dejado de ser el segundo equipo de la empresa de bebidas energéticas, casi como si mantenerlo fuera una aportación a la máxima categoría a cuenta de su tradición. Pero no tiene ni la atención, ni la importancia, ni recibe los recursos de su hermano mayor en Inglaterra, y cuando saca algo destacado rápidamente se lo copian o se lo quitan, como al ahora tetracampeón Vettel. Y hay que recordar que ellos fueron los que primero triunfaron para la compañía austriaca, pese a tener mucho menos presupuesto que el asignado a la sede inglesa. Eso pone a pensar qué pasaría si tuvieran condiciones de paridad con su hermano inglés, pero es un sueño contemplarlo seriamente en una F1 anglocéntrica.

AUTO

El primer Toro Rosso con motor Renault, como su hermano mayor de RBR, será el STR9. La escuadra optó por la solución de nariz de oso hormiguero, muy bulbosa en este caso. Pero en la vista lateral parece más de McLaren que de Red Bull, con una curva muy delicada en su perfil desde la cabina del piloto a la punta de la nariz; para aprovechar y repartir el flujo de aire de la parte frontal, las cámaras están alineadas con la suspensión, simétricamente escalonadas. En el alerón delantero hay múltiples elementos frontales, pero los limitadores parecen muy rectos sin trucos para desviar el aire. Probablemente se deba a que es una primera versión de pretemporada que variará mucho para Australia, como en el resto de los equipos.

Los pontones son muy similares a los del RB10, esbeltos y más anchos en la parte externa baja, pero al compartir motor y caja –aunque no la carcaza ni lo interno– con sus hermanos ingleses, los italianos han liberado recursos para pensar en un diseño diferente. Ciertamente la solución que le dan al alerón trasero es distinta, montarlo sobre el tope del difusor, sin pilares que distorsionen el flujo de aire; además hay un asiento de mono de ancho máximo que desvía el aire hacia arriba para incrementar el agarre, misma función de las ranuras verticales de los limitadores del alerón trasero._Page_070_01

PILOTOS

El equipo italiano con sede en Faenza repite en 2014 al galo Jean Eric Vergne (#25) –perdedor ante su coequipero Daniel Ricciardo de la batalla por el asiento de Mark Webber en RBR– y para reemplazar a Ricciardo ha nominado al campeón de GP3, el ruso Daniil Kvyat (#26), quien será el primer ruso en correr el GP de Rusia, algo que no le vendrá mal a la firma de bebidas en el vasto mercado del país euroasiático. Vergne es inconsistente, rápido a ratos, pero Kvyat no tiene ni el peso ni el talento –aún– para cargar al equipo, así que no esperen más que pelear por los puntos de un dígito, o en el caso del ruso, de los dedos de una sola mano. El salto para Daniil parece grande, aunque ya varios pilotos han dicho que los nuevos F1 parecen, se oyen y sienten como un GP3, y eso podría servirle al estepario para lograr una adaptación pronta. Para Vergne el dilema es que o mejora mucho y alguien lo rescata o podría quedarse sin asiento pronto, pues jóvenes pujantes y prometedores –como él hace un par de años– hay muchos en la escalera redbullera.

PROGNOSIS

La escuadra satélite de RBR no parece tener ni los recursos ni el talento que su hermano mayor de Milton Keynes posee, así que no esperen que 2014 vaya a ser un año de mucho cambio para ellos. Seguramente seguirán peleando a media tabla y tratando de evitar irse al noveno sitio, para no ser el último de los de media tabla. Su aporte consiste en probar cuestiones que pueden ser demasiado experimentales para la escuadra británica, y explorar avenidas de pensamiento inusual para ratificarlas o rectificarlas. Es también un centro de entrenamiento de personal y pilotos, así que están en el lugar que corporativamente se quiere que tengan y eso no va a a cambiar mientras tengan el mismo dueño que Red Bull Racing._Page_071_01

“Mientras más dinero y recursos tengas, más exitoso serás” Franz Tost, Director de Toro Rosso.