Todos suponemos que en el deporte la limpieza es el estándar, pero no hay que pasarse de ingenuos. Este año podría ser un ejemplo perfecto del juego (no tan) limpio que se da cuando los intereses chocan entre los pilotos buenos y los pilotos consentidos y, casualmente, son dos mexicanos los buenos, aunque no los consentidos. Veamos:

En F1 es muy obvio que nuestro Sergio Pérez es un piloto muy superior a su coequipero Lance Stroll, pero también es muy obvio que éste es hijo del textilero dueño de la escuadra Racing Point, y ya vimos cómo Sergio ha sido muy superior en calificación y carrera, aunque el resultado en puntos no lo parezca. Tenemos el antecedente de Sergey Sirotkin quejándose que a Lance le daban preferencia en actualizaciones y tiempo en Williams, pese a que el ruso terminó el año 13-8 sobre el canadiense en calificación; al final sus patrocinadores no quisieron renovar el contrato con los de Grove. Ahora imaginen lo que podría pasar a la hora que estemos a media campaña y Sergio le vaya pegando una arrastrada al júnior canadiense. Ya vimos a papá Stroll bloquear a pilotos en Prema, otra inversión suya, y exigir en la Academia de Pilotos de Ferrari, la cual desafilió a su hijo en la siguiente promoción; sin embargo, en Racing Point manda Stroll y la sangre llama.

En IndyCar, después del desaseado inicio de campaña del equipo Harding que resultó maestro en el “salivazo”, el regiomontano Pato O’Ward llegó de rebote y casi de milagro a firmar con la escuadra Carlin para una docena de fechas. En su primera salida con los ingleses hizo cera y pabilo de su coequipero Max Chilton, ex-F1 con varios años de experiencia en la serie norteamericana y también hijo del CEO de la compañía y financiero de profesión, Grahame. No es secreto que Pato es mucho mejor que Max, pero a la hora de darle atención a los pilotos el que paga las cuentas es el papá de Max, así que hay que ayudarlo para que no se vea como en F1 (donde nunca quedó arriba del sitio 13) o con Ganassi en IndyCar.

Pato no me preocupa tanto, está bien cotizado para 2020 y la gente sabe de lo que es capaz, aunque Sergio sí me preocupa, ya que si le pega muy duro a Lance a lo mejor lo bajan por cualquier pretexto para 2020 y no hay muchos asientos decentes en F1, pues los de arriba ya no son para él porque no está en edad sin importar sus manos. En fin, estaremos atentos para checar la paridad en la campaña, no vaya a ser el diablo…