Por primera vez en sus 50 años de historia, el Ford Mustang está listo para venderse en GB con volante del lado derecho, volviéndose un modelo global real, pero ¿ha diluido eso su atractivo muscular? STEVE CROPLEY lo descubre

Por medio siglo, los jefes de Ford han sabido que su elenco de modelos no está completo si no tiene un Mustang exitoso. Desde el debut triunfal del modelo icónico de Lee Iacocca en abril de 1964, cuando las agencias tomaron 22,000 órdenes en un día y entregaron casi 420,000 autos en el primer año, el Mustang ha sido esencial en la gama de Ford.

Con los años, han pasado cinco generaciones de Mustang con diversas capacidades y competencias. Todos han sido autos clásicos estadounidenses, hechos con volante del lado izquierdo y dirigidos expresamente a compradores estadounidenses. A pesar de esto, el Mustang, consentido de los letristas y cineastas, ha adquirido una reputación internacional enorme; Ford dice que es el auto más gustado en Facebook, con ocho millones de seguidores, 55% de ellos fuera de EUA.

Qué mejor razón que ésa para crear al Mustang de sexta generación -presentado en este año de aniversario, pero que no llegará a las agencias sino hasta mediados de 2015- un auto internacional capaz de venderse en GB y China, y todos los países entre ellos. Al hacerlo, podría ser la bandera de Un Ford, el principio global de vender un modelo igual en todos los mercados, introducido exitosamente por su anterior jefe, Alan Mulally.

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Por todo esto, una horda periodística se reunió en Los Ángeles. Ford nos había mostrado previamente al Mustang de sexta generación en forma estática. Ahora, manejamos versiones previas del auto con la provisión que las ediciones de producción no llegarán al mercado sino
hasta mitad de 2015 y nuestras versiones con volante del lado derecho lo harán “unos meses después”. ¿Sería Ford capaz de traer su reputación de competencia dinámica a este auto tan puramente estadounidense? ¿Y a uno cuya reputación, al menos en parte, es como auto de paseo? Descubrirlo valió cruzar el Atlántico.

Las características principales del sexto Mustang ya son bien conocidas. Es un coupé bastante grande de motor delantero, tracción trasera y una construcción unitaria de acero convencional, un poco más chaparro y ancho en esta nueva iteración, con un diseño de cofre largo y cajuela corta muy en carácter con los primeros modelos, que no han dejado de ser admirados en 50 años.

Sus opciones de motor básicas son dos: un V8 de 5.0 litros de cuádruple árbol y 435 caballos a 6,500 rpm y 400 lb/pie de torque a 4,250 rpm, así como un EcoBoost turbo de 2.3 litros y cuatro cilindros que desarrolla 306 caballos a 5,500 rpm y 320 lb/pie a 3,000 rpm. El V8 inevitablemente atraerá al comprador de desempeño, a un precio competitivo totalmente equipado, pero el EcoBoost, también potente, proveerá una opción mucho más frugal con menos emisiones.

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Ambos modelos están provistos con el paquete de Equipamiento de Desempeño (suspensión más firme, rines de 19 pulgadas, cambios ligeramente más bajos, frenos más grandes, asientos deportivos y un sistema de modos de manejo variables configurable desde el tablero), además de un diferencial de deslizamiento limitado, aunque no el Torsen que Ford especifica para las mejores versiones domésticas.

Felizmente, en tus primeros 100 metros de manejar un Mustang GT nuevo notas que Ford ha intentado más que nunca que un Mustang de producción entregue manejo inspirador. Inmediatamente se siente una nueva precisión en el viraje, en el control de la suspensión y en la seguridad con la que el auto se desempeña en las curvas. El motor se revoluciona con tersura y fácilmente hasta su línea roja de 6,500 rpm, y su dinamismo es acompañado por una de las más motivadoras notas de este lado de un Jaguar Tipo F. La caja manual de seis velocidades del V8 (el EcoBoost sólo trae automática) está especialmente bien acoplada al carácter deportivo del motor, con cinco radios bajos, y bastante cercanos que hacen al auto ideal para una aceleración rápida (0 a 100 kph en 4.4s, velocidad tope 249.5 kph) además de una sexta de crucero que permite al auto rodar en alrededor de 48 kilómetros por cada 1,000 rpm. El chasis es todo nuevo y su suspensión frontal MacPherson ha sido rediseñada para llantas anchas y frenos Brembo grandes, pero la característica que sobresale es una suspensión trasera multienlace que contribuye ampliamente a la adherencia trasera, la tracción y al balance del manejo, introduciendo un nivel de precisión nuevo y un sutil curveo con acelerador en las curvas rápidas. Sin embargo, para mí, la principal falla del auto es su pobre comodidad de paseo a baja velocidad. Nuestro auto de prueba (especificación GB) reparó tan incómodamente sobre las carreteras más rudas de concreto de California que podría ser igual en GB a menos que se dé una puesta a punto adicional –muy posible– de último minuto. Un BMW M3 tiene mayor control de la carrocería en alta velocidad, pero no está cerca de ser tan incómodo como éste a 40 kph.

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Por dentro, el Mustang entrega niveles de sofisticación y calidad mucho mayores que sus predecesores, aunque conserva la simplicidad y facilidad de operación que sus compradores siempre han esperado. El jefe de diseño, Moray Callum, dice que hubo debates internos ásperos sobre cómo mantener el aire de simplicidad del Mustang, aumentando su calidad y capacidad. El diseño nuevo, basado en dos habitáculos profundos y una consola lógicamente acomodada en el centro, presenta una pantalla multimedia estándar grande y tiene un balance casi perfecto.

Los caminos sinuosos, rápidos y demandantes son el territorio ideal del V8. Aquí, es un auto muy rápido, aunque no se siente al principio. Con todo y su sonido adorable, el motor parece quedarse un poco corto del esperado torque “Acero de Detroit”, pero lo que realmente está haciendo es reemplazar la franqueza tradicional con una sofisticación de revoluciones rápidas digna de un auto mucho más caro. La suspensión recién afinada tiene una mayor construcción contra el sentado y el clavado de la nariz en su diseño, por lo que el auto se queda plantado y se adhiere bellamente bajo provocación seria. En caminos montañosos rápidos, la nota del escape rebota en las paredes de roca, el auto vira hermosamente, entrando y saliendo en curvas largas y rudas exactamente en línea. El curveo con acelerador es una delicia particular.

El modelo cuatro cilindros tiene algunas de estas virtudes y anda bien (0 a 100 kph en 5.4s, velocidad tope a 249.4 kph), pero el motor parece tosco alrededor de 4,000 rpm y sufre a veces de un retraso del turbo muy obvio. Es fuerte, pero no hay forma de obviar el hecho que los motores EcoBoost europeos son más agradables. Para nosotros, la elección obvia es un V8. Tal como lo puso el ingeniero en jefe, Dave Pericak, cuando describió al auto, el corazón de un Mustang es su motor. Y aquí el mejor motor es el V8 de revoluciones dulces. Con eso, tendrás un auto de mucho mejor valor que la mayoría en su segmento.

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Fuentes internas dicen que buscan no solo construir el mejor Mustang de la historia sino también un auto cuyas habilidades sorprendan a la gente, incluso a los europeos. En un GT con la suspensión y frenos adecuados, lo habrán hecho. En las condiciones correctas, hay ocasiones en que podrías creer que estás en un Tipo F, que cuesta casi el doble. Pero para que este nuevo Mustang funcione bien en general, el paseo a velocidad baja absolutamente debe corregirse. Ford nos decepcionó hace unos meses con el crossover EcoSport muy equis. Con el Mustang, otra encarnación de “Un Ford”, la marca del óvalo azul necesita mostrarnos que está de regreso dando lo mejor de sí.

FABULOSO, PERO SIN TERMINAR

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Nuestro manejo épico en el Mustang GT en caminos montañosos duros afuera de Los Ángeles confirmó sus credenciales de desempeño tremendas. El chasis, el motor, la caja de cambios, los frenos, los asientos, la postura de manejo, todo se combina para hacer de ésta una experiencia para atesorar, y confirmó también que Ford puede construir un gran auto para el piloto. Y ni siquiera eran versiones acabadas de producción.

Lo que nos preocupó, sin embargo, fue la falta de rango. En caminos desgastados de LA similares a los nuestros- fue algo cercano a la miseria. El auto también fue inaceptablemente nervioso en carreteras de concreto. Ford ofrecerá modelos Mustang más suaves, pero eso difícilmente importa en Europa, donde los autos tendrán el Equipamiento de Desempeño. Dado que el Mustang es parcialmente un auto de paseo, no buscamos quejarnos que sea inaceptable sobre la mayoría del ciclo de manejo de GB. Afortunadamente, no veremos el auto por un año, tiempo justo para que los expertos en dinámica de Ford le den otro vistazo. SC