Mientras Fernando Alonso cruzaba la línea para lograr un triunfo brillante y oportunista en el gran premio malayo, hubo una imagen penosa. Apenas detrás del español llegó Sergio Pérez, el héroe de la carrera, en su Sauber de motor Ferrari. Y en el fondo, lapeado, llegó el coequipero atribulado de Alonso, Felipe Massa. No podía haber contraste más dramático entre la fortuna actual de los tres pilotos.

Alonso es Alonso, el luchador más duro de todos. Pérez luce cada vez con más posibilidades de encontrar un asiento importante para 2013, y el dinero inteligente parece estar en un enroque con Massa, quien nunca recuperó la forma que tenía antes de su accidente en la calificación del GP húngaro de julio de 2009. El agradable y pequeño brasileño tiene una montaña del tamaño del Eiger por escalar si es que va a retener su asiento en Ferrari.

Pero Massa ya había estado antes ahí. Incluso en 2008 había rumores que su asiento estaba en peligro y en varias ocasiones, el presidente de Ferrari Luca di Montezemolo esbozó públicamente y sin ambages sus expectativas del brasileño.

“El contrato de Massa estará en vigor toda la temporada siguiente”, dio di Montezemolo a La Gazzetta dello Sport en noviembre pasado. “Ha estado con nosotros algunos años y aun cuando no ha tenido una gran temporada o mucha suerte, no podemos cuestionar la habilidad de un piloto que estaba ganando el título hace tres años y que siempre ha sido rápido y competitivo. Esperamos grandes cosas de él en 2012 y entonces decidiremos cómo proceder. Digamos que tendré que mostrar que puede la próxima temporada”.

Entonces, en diciembre, Di Montezemolo dijo al periódico italiano: “No estábamos contentos con él, y él no estaba contento consigo mismo. Pero confío en que en un coche que pueda calentar las gomas más rápido, el podrá ser competitivo otra vez”.
Pero también admitió que mientras Massa podría ser conservado para 2013, Ferrari siempre está buscando pilotos potenciales. No es exactamente un voto de confianza para el piloto de 31 años de Sao Paulo.

Massa fue el hombre que dio pelea tan convincentemente a su coequipero Kimi Raikkonen en 2007, y especialmente en 2008 y 2009. Incluso antes, cuando por momentos comenzaba a exhibir a Michael Schumacher. Pero rara vez ha lucido como el hombre que era antes del accidente. No ha subido al podio desde Corea en 2010.

Y además hubo esa ridícula secuencia de incidentes el año pasado, cuando Massa chocó con Hamilton no menos de cinco veces, en Mónaco, Silverstone, Singapur, Japón e India. Esos percances no fueron, para nada, toda su culpa, pero cuando un piloto entra en tal racha de mala suerte, se necesita mucho para revertirla.

Primero que nada, necesita aumentar su cosecha de puntos. Eso requiere dos cosas: incrementar su ritmo y mantenerse fuera de problemas.

Di Montezemolo puso aún más presión en la presentación del Ferrari F2012 en febrero. “Massa tiene que hacer algo grande, algo especial, luego de una temporada que no fue positiva”, dijo.

De alguna manera, tiene que caminar por esa angosta cuerda floja de la expectativa y acercarse lo suficiente a Alonso para competir (y frustrar) a los rivales del español en la lucha por los puntos, sin realmente retarlo, como tan famosamente hizo en Hockenheim en 2010 cuando se le pidió entregar el liderato. En algunos aspectos, está maldito si lo hace y maldito si no lo hace.

Pero Massa estaba optimista previo a Melbourne. “Será un año importante para mi y para todo el equipo; 2012 será el año de la victoria”, anunció. “Queremos pelear para recuperar el campeonato. Quiero creer en mis habilidades y en nuestro coche y eso es lo correcto. Aquí siento fortaleza, estoy concentrado en ganar. Hay muchas cosas positivas en mi cabeza y quiero comenzar de la forma correcta y llegar al final del campeonato todavía mejor”.

Tristemente, su temporada tuvo una arranque terrible. Se trompeó en la Curva 1 en su primera vuelta lanzada en la P1 –“Necesitan hacer esa curva más ancha en la entrada”, bromeó después– y aunque hizo un buen arranque de carrera luego de calificar 16, su corrida inicial en el décimo lugar no duró mucho. Mientras Alonso peleaba en su remontada, Felipe se caía y luego se metió en problemas con Senna en la vuelta 47, lo que al final lo llevó al abandono. En Sepang fue 15° y se puso en el lugar 19 en campeonato, detrás de los pilotos de Marussia.

La sugerencia obvia es que aún existe una herencia del accidente, pero en Ferrari están insistentes de que no hay secuelas.

“Nunca hemos sentido que se haya mermado el talento de Felipe”, insiste una fuente en Ferrari. “Su talento se puede ver en los números. En estos días no te puedes esconder en un auto F1. Si frenas antes en una curva, aparece en la telemetría. Cada vuelta se registra y se analiza. En el pasado, quizás el piloto podía aducir que algo andaba mal en su auto, que esa era la razón de andar lento. Pero sabemos justo dónde frena Felipe y que línea toma en las curvas, y en 2010 fue exactamente la misma que en 2008 cuando ganaba carreras”.

Entonces, ¿cuál fue el problema?

El año pasado, con las nuevas Pirelli, Massa batalló para calentar las llantas igual de rápido que Fernando, porque Alonso tiene un estilo mucho más agresivo que genera mejor el calor. Y calentar las llantas en una vuelta fue el talón de Aquiles del F150 Italia el año pasado.

Hoy, en un auto difícil, la agresividad de Alonso lo ayuda más a agarrarlo y revertir las debilidades, mientras Massa batalla con un estilo fundamentalmente más gentil. Ferrari le dio a Felipe un nuevo chasis para Malasia cuando no pudo encontrar un balance decente en Melbourne y degradaba sus llantas más rápido que Alonso –irónico dada su tersura inherente–. Aunque Ferrari podía haber analizado todo hasta el detalle, era más sencillo darle un nuevo chasis, con el mismo motor y ponerlo en una mejor posición psicológica. Pero el nuevo chasis no ayudó.

Hoy la sensación es que aunque batalla un poco para calentar las llantas, también está sobre manejando para tratar de revertir sus problemas, pero degrada sus llantas más rápido como resultado.

Inmediatamente después de Sepang, Massa canceló un viaje a su casa en Sao Paulo y se fue a Maranello para intentar resolver sus problemas con los ingenieros y probar diferentes técnicas en el simulador. Pero si encuentra de nuevo su forma, ¿alguna vez le dejarán ganar si va delante de Alonso?

En el pasado, Ferrari algunas veces parecía favorecer a un piloto sobre el otro, poniendo a Michael Schumacher sobre Rubens Barrichello, Eddie Irvine sobre Mika Salo e incluso Felipe sobre Kimi. Pero Felipe ha tenido que hacer algunos ajustes mentales serios sobre la velocidad y el estatus de su nuevo coequipero. Le tomó al español menos de seis meses hacer suyo al equipo. Ganar por primera vez en Bahrein fue un gran paso en esa dirección, pero Alonso también tiene una ética de trabajo fenomenal. La vida no ha sido fácil para Massa desde entonces.

La de ambos es una relación cordial, sin embargo, y según A fuentes al interior, nunca ha estado mejor. Un cínico podría argumentar que es porque Alonso sabe que no tiene nada de qué preocuparse como cuando tenía a Lewis Hamilton al otro lado del garaje.
Ahora Ferrari insiste en que si Felipe está liderando a Fernando y corriendo a velocidad similar, lo motivarán para ganar. El truco es que el necesitaría ser consistentemente más rápido, pero no está garantizado que eso signifique que sea por una o varias carreras.

Massa fue el primero en estar profundamente decepcionado por su forma de 2010 y 2011, y su contrato expira al final del 2012. Ciertamente, el equipo querría comenzar a considerar la identidad del compañero 2013 de Alonso a más tardar en junio o julio.

No le llaman a la Fórmula 1 el “Club Piraña” por nada, pero hay un afecto genuino por Felipe, y un deseo dentro de la escudería por ayudarlo, a pesar de la presión de Di Montezemolo.

“Necesitamos estar cerca de Felipe en este momento”, dijo Domenicali después de Sepang. “Necesitamos encontrarle una manera para que se sienta confiado en el auto. Vimos, por ejemplo, un paso en la decisión correcta en la calificación porque hubo una mejoría en comparación al fin de semana pasado. Ahora necesitamos entender qué sucedió en términos de su ritmo de carrera”.

“En mi punto de vista, el problema es que este carro puede ser muy bueno y también puede ser muy complicado. La prioridad para mi es que Felipe tenga a su alrededor la protección de un equipo que trata de trabajar duro con él. Por nuestra parte tenemos que estar seguros que esté confiado para manejar el auto al límite sin sobremanejarlo, donde la situación sería tan mala como el no poder alcanzar el límite”.

Domenicali cita las llamadas para echar a Massa luego de Malasia hace cuatro años, y cómo regresó para ganar dos de las tres carreras siguientes. Recordamos en particular cómo termino esa temporada, con Felipe siendo campeón del mundo, al menos por unos pocos segundos…

“Felipe estará en Maranello para trabajar junto a los ingenieros y analizar con calma todo lo que ocurrió en estas dos carreras, tratando de identificar por qué no fue capaz de dar todo lo que es capaz de dar. Ese es el espíritu correcto y aquí estamos, listos para ayudarlo”.

Así que lo primero que hay que ver es si Felipe puede o no recuperar su poder. Y entonces podrá comenzar a preocuparse por preservar su carrera en Ferrari. El jurado aún delibera sobre ambos propósitos”.

“Esperamos grandes cosas de él en 2012 y entonces decidiremos cómo proceder. Digamos que tendrá que mostrar que puede la próxima temporada”.

Luca di Montezemolo, noviembre 2011

“Será un año importante para mi y el equipo; 2012 será el año de la victoria. Quiero creer en mi habilidad y en nuestro auto”.

Felipe Massa