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El área en que Red Bull Racing no carece de confianza es la de sus pilotos. Pero el mercado de volantes para 2017 podría representar un dolor de cabeza para RBR. Daniel Ricciardo es una propiedad codiciada, pues probablemente sea el piloto más completo detrás de los campeones mundiales establecidos, y también debe lidiar con la ambición de Max Verstappen, a quien trabajó muy duro para poder firmarlo.
Se tiene entendido que Max tiene un contrato de tres años con RBR y está ansioso por ganarse un ascenso al primer equipo en 2017. Dado que su compañero en Toro Rosso, Carlos Sáinz II, también está haciendo un excelente trabajo, y el dueño del asiento, Daniel Kvyat, ha revertido las cosas luego de un inicio complicado en 2015, Red Bull tiene un exceso de talento en el manejo.
Pero Christian Horner, director de RBR, no se preocupa con la necesidad de mover a ciertos pilotos, o modificar a los miembros del programa: “Los pilotos no son nuestro principal problema. Sáinz está haciendo un gran trabajo, Verstappen es un talento emocionante, Kvyat se está desarrollando bien y Ricciardo es hoy una estrella establecida. Obviamente, tenemos otros surgiendo, como Pierre Gasly en GP2, o Sergio Sette Camara en la Fórmula 3. Todo depende del desempeño. Está diseñado para que nosotros tengamos un grupo de pilotos del cual podamos echar mano mientras se desarrollan y mejoran, pero obviamente no hay un plazo de tiempo para ello. Obviamente, después de que Sebastian (Vettel) se convirtió en campeón mundial, los términos de su contrato cambiaron en comparación con los de un graduado juvenil. El contrato de Daniel Ricciardo no tiene los mismos mecanismos que el que tenía Sebastian. Daniel es un activo para el equipo, y su estatus está fijo y muy claro. Ciertamente está bajo contrato para el próximo año. El talento abajo tiende a poner presión sobre el talento arriba. Depende de cómo evolucionen estos pilotos. No hay criterios fijos”.