El DTM y la serie Super GT nipona han acordado colaboración desde esta campaña, pero recientemente decidieron unificar motores para la temporada 2017, en las reglas de la Clase Uno. Los motores serán turbocargados de cuatro cilindros y dos litros con potencia de 600 caballos de fuerza, la cual excede la actual de ambas series y de los campeonatos de IMSA, la reguladora estadounidense que también planea tener carreras con esas reglas Clase Uno.