Durante las negociaciones para armar las nuevas reglas de los motores turbo V6, se acordó el congelamiento del mismo para evitar que los costos se dispararan. Una vez que se acordó el diseño de la unidad de poder con la FIA el 28 de febrero de 2014, solo se permitirían cambios durante la temporada en cuanto a “confiabilidad, seguridad y razones de ahorro de costos”. Sin embargo, cada invierno se siguen permitiendo una cantidad limitada de modificaciones. La amplitud del cambio estaría limitada por un sistema de partición relacionado a los componentes individuales del motor y sus sistemas híbridos.

La planta de poder completa se compone de 66 puntos, que se cuentan individualmente en paquetes de entre uno y tres dependiendo de su importancia. Previo a 2015, cinco de estos puntos están “congelados” completamente, pero hay margen para revisar los 61 restantes si un fabricante considera que se requieren mejoras.

Sin embargo, no puede cambiar todas las partes. Solo pueden utilizarse 32 puntos para 2015, que es aproximadamente el 48% del motor. Al largo plazo, las restricciones aumentan cada año. Así que para 2016, el 38% del motor puede modificarse, bajando al 30% para 2017, 23% para 2018 y apenas el 5% para 2020.

La propuesta para cancelar este congelamiento no está diseñada para tener desarrollo ilimitado, sino para darles un mayor margen a los fabricantes para hacer modificaciones. Si, por ejemplo, no utilizan su cuota completa de puntos este invierno, entonces podrían utilizarlos el verano próximo.