Los suizos son puntuales, limpios, ordenados y muchas cosas más, y en la Fórmula Uno el equipo Sauber tiene todo ese bagaje como característica, lo cual le ha permitido sobrevivir casi un cuarto de siglo gravitando en la mitad del pelotón. Pero en los años recientes, con la repartición inequitativa de los dineros de la F1 para los equipos, mucho les cuesta no haber tenido campeonatos, pues eso les daría un aumento en sus ingresos, muy necesario en estos tiempos de liquidez apretada. Ellos han seguido su camino, independientes excepto por una breve alianza con BMW en la segunda mitad de la década pasada, sorteando los obstáculos en el camino con soltura.
Pero con toda su tradición y la diversidad que añaden a la F1, los suizos no cuentan con ese dinero adicional, y en temporadas recientes han estado pidiendo avances sobre sus ingresos a la FOM (Bernie E.) para poder afrontar el invierno y tener su auto listo, pero no siempre han tenido respuesta favorable. Parte de ello es porque son independientes y muchas veces no juegan al juego de la unanimidad que requiere cambiar una decisión en el Acuerdo de la Concordia, y la otra parte es que aun con poco dinero, los suizos pueden poner un auto competitivo en la pista la mayor parte del tiempo y en la F1 no hay que dar ventajas.
Aunado a ello está el ojo legendario de su fundador Peter Sauber para descubrir pilotos jóvenes con talento –Kimi, Heidfeld, Massa y Sergio son algunos de sus diamantes en bruto– y los resultados generalmente son mejores de lo que el gasto indicaría. Además tienen una ética de trabajo impecable, digamos suiza, que les permite remar contra la corriente fuera de la pista.
Su C35 no ha aparecido al momento de irnos a impresión, pero el esquema de colores es similar al de 2015, pero más refinado, aunque el equipo ha indicado que en su auto serán más agresivos ya bajo la dirección de su nuevo DT, Mark Smith, quien se integró en julio pasado con ellos. Tendrán además el motor Ferrari con su potencia y confiabilidad y su pareja de pilotos ha crecido mucho con Ericsson dando el estirón para ponerse al nivel de Nasr hacia finales del año. Son una incógnita en cuanto a su auto de 2016, pero con su historia, será cuestión de trabajar 24/7 para sacar a flote el barco, y ya tienen experiencia en ello. Seguramente pelearán en la segunda mitad del pelotón, con su dignidad usual.